El más grande dominicano en la construcción de la democracia dominicana en el siglo XX
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Juan Bosch, sin lugar a dudas, es el dominicano que en la segunda mitad del S.XX hizo el más grande aporte, de forma decidida y consciente, en la construcción de la democracia dominicana.
Juan Bosch, junto a otros destacados líderes, forma en el exilio, en La Habana Cuba, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Juan Bosch, luego de la caída de la dictadura, a su regreso del exilio convierte al PRD, en los años 1961-1962, en el primer partido de masas de la República Dominicana.
Juan Bosch, en el 1962 es el ganador de las primeras elecciones libres, luego de la caída del dictador Trujillo, convirtiéndose a su vez, en el primer mandatario democrático, después del ajusticiamiento de Trujillo.
Juan Bosch realiza, durante siete meses, hasta su derrocamiento el 25 de septiembre de 1963, el gobierno reconocido como el más democrático, de nuestra historia republicana desde la fundación de la República.
Desde el golpe de Estado a su gobierno, Bosch, de manera ininterrumpida es el principal líder de la oposición política del país, hasta el año de 1994, en que por última vez, participa como candidato a la presidencia de la República.
En el 1973 funda el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), convirtiéndolo en una fuerza mayoritaria que gana las elecciones en el año 1990, sin poder acceder al poder, en virtud de la comisión de un fraude electoral en su contra.
La anterior relación de la participación de Juan Bosch en el acontecer político dominicano, durante más de medio siglo de vida pública, siempre jugando un papel de primer orden en los distintos sucesos históricos, podría ser más que suficiente para valorar sus aportes decisivos en el proceso democrático dominicano.
Pero lo que nos permite juzgar la dimensión de Juan Bosch en la construcción de la democracia dominicana, no es sólo su rol protagónico, sino la perspectiva y la especificidad del papel jugado por él en el desenvolvimiento del proceso histórico y las causas que asume.
Es esto lo que le da la categoría del más grande dominicano en la construcción de la democracia en el siglo XX, de la República Dominicana.
Es precisamente al colocarnos en esta perspectiva que podemos auscultar mas allá de los acontecimientos históricos en que participa, algunas de las líneas matrices que le impulsan en su actuación política, la que le da la trascendencia que hemos mencionado.
Sin pretender agotar el tema, centraremos nuestras reflexiones, en cuatro aspectos trascendentes de la participación de Bosch en la construcción de la democracia, que son su comprensión y conciencia histórica; el papel que asigna al pueblo dominicano; su visión ética, y finalmente su concepción de la democracia como proceso dinámico.
I. Comprensión y Conciencia histórica de Juan Bosch: Empecemos con valorar el papel que le asigna Bosch, al desarrollo de una conciencia sobre los acontecimientos históricos para el ejercicio de la política.
Es común encontrar en nuestro medio y en muchos otros, a políticos, incluso algunos exitosos, que actúan llevados por el desarrollo de los acontecimientos, sobre los que se montan y pueden jugar determinado papel positivo o negativo. Esto sin mencionar a aquellos políticos u hombres públicos que actúan en política movidos por intereses mezquinos, de búsqueda de enriquecimiento, ascenso social, etc.
Juan Bosch actúa en la política, desde otra dimensión. Su punto de partida es un esfuerzo consciente, no sólo de los acontecimientos inmediatos que se suceden, sino de búsqueda de las explicaciones profundas de éstos, tratando de encontrar siempre, las fuerzas ocultas que explican los hechos y que mueven a los grupos humanos a actuar de una manera u otra. Es decir, Bosch asume el ejercicio de la política con un sentido de responsabilidad y con una conciencia histórica, tomando distancia del conjunto de políticos oportunistas y arribistas, cuyo único propósito es colocarse, para beneficio propio, en el curso de los acontecimientos, que ni entienden ni les interesan, que no sea para aprovecharse de ellos.
Esa conciencia histórica de Bosch, más allá de sus dotes y sobrada capacidad personal, es el fruto, no del azar o de la inspiración, sino del estudio, la reflexión y la observación del devenir histórico.
Podemos decir que esta es una premisa constante en la actuación política de Juan Bosch. Así lo hizo en el exilio, al estudiar a fondo y buscar una explicación de la sanguinaria dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, que dio lugar, entre otras, al libro, “Trujillo: causas de una tiranía sin ejemplo”. Así lo hizo también, luego del Golpe de Estado del 1963, a fin de comprender las causas que podían explicar la participación de los Estados Unidos en los acontecimientos que se desarrollan desde el año 1963 hasta el 1965 y el nuevo contexto internacional en que estaba inserta la República Dominicana, que dieron lugar a obras fundamentales, como: “Crisis de la Democracia en América, en la República Dominicana”; “De Cristóbal Colón a Fidel Castro: El Caribe, Frontera Imperial”; y “El pentagonismo, Sustituto del Imperialismo”, entre otras.
Es impresionante el esfuerzo de estudio y reflexión histórica hecho durante esos años, por Juan Bosch, en los momentos previos y durante todo el proceso de construcción del Partido de la Liberación Dominicana, en el cual el estudio científico de la historia alumbra su participación política, al tiempo que ésta contribuye a una mejor comprensión y actuación en el devenir histórico.
Sería muy extenso citar la lista de obras producidas por Bosch, durante más de veinte años, en este período, destacando entre ellas: “Composición Social Dominicana”; “Capitalismo Tardío en la República Dominicana”; “Capitalismo, Democracia y Liberación Nacional”; “Clases Sociales en la República Dominicana”; “La Pequeña Burguesía en la Historia de la República Dominicana”; “Dictadura con Respaldo Popular”; “ El Partido, Concepción, Organización y Desarrollo”; “El Estado, sus Orígenes y Desarrollo”; “El PLD, un Partido Nuevo en América”; entre muchos otros cientos de conferencias y artículos de esta etapa.
Insistimos en que esta relación permanente que se establece en Bosch, entre conocimiento de la historia, estudio de la sociedad, interpretación de las fuerzas profundas de los acontecimientos cotidianos, es una de las claves fundamentales que permiten explicar en él, no sólo su vigencia y permanencia durante tan dilatado período histórico, sino además, lo acertadas de muchas de sus propuestas y actuaciones.
Juan Bosch no actúa en política, por tanto, como pose intelectual o imbuido en un sentido de mesianismo; o basado en la simple intuición, o creído de que el éxito que pudiera tenerse en la gerencia de cualquier actividad, es suficiente para el éxito en la política.
Insistimos, el ejercicio de la política en Bosch supone el estudio de la sociedad local e internacional y el conocimiento histórico; la comprensión de las fuerzas económicas y sociales visibles y ocultas que interactúan en la sociedad y sobre todo, la comprensión de la composición social de las diferentes clases y capas sociales que se superponen en la sociedad y los intereses que se mueven y su psicología; pero sobre todo, en base a ese conocimiento y conciencia histórica, su participación no es neutral, sino que se produce desde una toma de partido, respecto de las fuerzas sociales y los intereses que interactúan, en un momento determinado en la sociedad. (Continuará).