Cuando hace algunos días tuve la oportunidad de saludar al expresidente de Panamá Martín Torrijos, le pregunté sobre su opinión acerca de las elecciones en su país. Me transmitió su preocupación, ya que todas las encuestas atribuían al oficialismo ganancia electoral, su partido el PRD (panameño), situado por las encuestas en el segundo lugar hacía grandes esfuerzos para alcanzar al candidato del presidente Martinelli, esfuerzos que en el escenario del momento, parecían infructuosos. Cuando le interrogué sobre la tercera fuerza electoral representada por el Partido Panameñista y su candidato Juan Carlos Varela, definió sus oportunidades como muy escasas, sin dudas la opinión del expresidente panameño era real, las encuestas realizadas en Panamá ponían a Varela en un tercer lugar aunque no tan lejano de los dos restantes aspirantes al solio panameño. Manifesté en aquella reunión de amigos mi humilde opinión, asegurando que el voto decisivo en Panamá sería finalmente de rechazo al gobierno y que cualquiera de los dos candidatos contrarios sería el ganador de la contienda, debido que entre los dos opositores existía prácticamente un empate táctico. En la historia democrática de Panamá, nunca un candidato oficial ha ganado unas elecciones. El panameño, vota regularmente por las alternativas que pueda representar un candidato y no por el partido que le postula. Juan Carlos Varela era un buen candidato, su trayectoria política y su conducta así lo definían. Su rompimiento con Martinelli, luego de que le ofreciera a este la plataforma política indispensable para alcanzar la presidencia de Panamá, fue un acto que caló en la consciencia del elector panameño.
Varela echó raíces en el panameñismo, del cual se separó brevemente por diferencias con Mireya Moscoso. Conocí al hoy presidente de Panamá cuando ejercía las funciones de Embajador en aquel acogedor país hermano (2005-09), siempre me pareció un político hábil y bien formado, sus vínculos con nuestro país son muy estrechos, su partido el Panameñista tiene relaciones muy fraternas con el mío PRSC a través de la social-democracia, a la que pertenecen ambos.
Esto y otras razones vinculadas a amigos comunes, me hacen pensar que Juan Carlos Varela será un buen presidente para Panamá y que su gobierno, estrechará aún más los permanentes lazos de confraternidad que nuestros países han mantenido tradicionalmente.