Los juegos infantiles llegaron como una novedad a noventa y seis ciudades del país en muchas de las cuales jamás había existido un área de recreación para los niños, con instrumentos modernos y seguros.
Uno de los pueblos favorecidos con esta innovación fue Cutupú, municipio de La Vega, donde ni siquiera había un parque, “solo columpios y sube y baja”, afirma Evelyn Beato, del personal del cabildo del cual es alcalde Antonio Ramírez Mendoza. De los centros educativos, y la muchachada del lugar, acuden llenando el sitio de algarabía, “con una fiebre por montarse que parecen unas fiestas patronales”.
Las escenas se repiten en las demás localidades donde la Fundación Refidomsa, de la Refinería Dominicana de Petróleo, llevó toboganes, columpios, sillas giratorias, “tortuguitas”, “trompolocos, “pampers”, nombres con que los han bautizado los pequeños, según su aspecto.
En Salcedo, la euforia es indescriptible. “Este parque era una intención. Los juegos estaban inservibles. Remodelamos la glorieta, los baños, reforzamos la estructura, y desde que se colocaron los juegos, los niños tienen un espacio fundamental, hemos generado política de niñez”, declara la alcaldesa de ese municipio, María Mercedes Ortiz.
Este es el parque infantil “Doctor Elpidio Antonio Rojas”, que se ha convertido, además, en lugar apropiado para excursiones y pasadías. Le circundan la escuela “Hermanas Mirabal” y centros comunitarios para la infancia. Localizado en el centro del pueblo, no cierra sus puertas, “porque esta es una de las comunidades menos vulnerable. Inspira seguridad, confianza, hay policías municipales”.
Almendros, pinos, flamboyanes, robles, bordean el parque, ubicado en la avenida “Hermanas Mirabal”, esquina “14 de Junio”.
“Antes salían heridos”. En el municipio de Esperanza, alumnos de la escuela “Profesor Juan Bosch” salieron gozosos cuando Elsa Castellanos, encargada de gestión social de la alcaldía, y maestra del centro, abrió las puertas del plantel para acompañarlos al parque donde los esperaba personal de supervisión y mantenimiento. Es el único con estos juegos. “Los usan niños del municipio completo. Vienen de Maizal, Peñuela y de otras escuelas. Las madres lo solicitan para celebrar cumpleaños de sus hijos. En diciembre se celebran las fiestas de final de año”, manifestó.
Abre a las 3:00 de la tarde. Vigilan a los niños, Manelina Martínez Reyes y Wanderlin Ihuan. La alcaldesa, Ana Jacqueline Peña Sánchez, envía policías municipales a las actividades.
“Estos juegos han venido a revolucionar el municipio: hay diversión y más protección para los niños”, expresa Elsa, quien es además licenciada en educación. Un alumno sudado por el intenso juego le comenta: “Profe, yo me vuelvo loco con ese trompoloco. Eso es chévere”.
Castellanos reveló que “antes estos juegos eran de metal, los niños se cortaban, casi siempre resultaban heridos o con la ropa rota. Los padres no los traían”.
El parque de Mao. Uno de los parques más grandes es el “Amado Franco Bidó”, de la provincia Valverde, cuyo síndico es el médico pediatra Odalís Rafael Rodríguez Rodríguez, exmilitante del PRD y ahora primer vicepresidente municipal del PRM.
Antes de que se presentara al acogedor espacio, construido en el siglo antepasado, el subdirector de la policía municipal, Juan Antonio Rodríguez, debió contener adultos y menores deseosos de ir a columpiar o tomar el fresco de los inmensos robles, caobas, samanes, palmas y flamboyanes. La apertura de esa área se inicia a las 4.00 de la tarde, pero el alcalde les permitió el disfrute.
“Estos juegos han tenido un impacto extraordinario, le han dado vida al parque, que no la tenía, vienen por las tardes y los fines de semana. En vacaciones está lleno en las dos tandas”, exclamó.
Dijo que conseguirlos fue muy significativo. “Mejoramos las instalaciones, ampliamos, le damos mantenimiento, estamos muy comprometidos con la seguridad de los niños y tenemos vigilantes permanentes”.
Como médico y alcalde, declaró sentirse satisfecho. “El beneficio es incuestionable para la niñez: pueden disfrutar su infancia en juegos para su edad. La diversión es parte de la salud y si la infancia es sana, la madurez también lo será”.
Agregó: “Cuidaremos estos juegos para que duren en el espacio y en el tiempo. Estamos contentos con Refidomsa y con la doctora Ángela Pozo, porque los conseguimos a través de ella”.
Rodríguez fue director de Salud Pública en la provincia
En todo el país. Félix R. Jiménez, presidente del Consejo de Administración de la Refinería Dominicana de Petróleo, manifestó que la directiva de la Fundación Refidomsa, decidió“ orientar su actividad a elevar los niveles de salud y de cultura de la niñez en los municipios donde tenemos instalaciones”.
Luego “acordamos desarrollar un proyecto que beneficiara a la niñez en todo el país y se instalaron esos juegos en 96 ciudades o pueblos. Vamos a terminar instalando hasta 121”.
En este proyecto se mezclaron la necesidad social de la niñez y los recuerdos de infancia de Jiménez, que vivía frente a un parque infantil, en La Vega, en el que “disfrutaba muchísimo”.
“Trujillo llegó a desarrollar 16 parques infantiles, desgraciadamente, en los gobiernos democráticos quizá no llegaron a ese número”, manifestó.
Los juegos, reveló, fueron comprados en China y su empeño era “que fueran de una calidad que garantizase seguridad y que duraran muchos años”.
La inversión ascendía a 48 millones de pesos que en negociaciones se redujeron a 42. Se agrega el costo de la supervisión de las instalaciones, “sujeto a planos establecidos por un equipo de ingenieros dirigidos por Franklin Miguel, contratista de la Refinería. Se calcula un importe total aproximado de 47 millones de pesos, en los primeros juegos.
La Fundación publicó dos libros, “Adivinanzas dominicanas”, de Manuel Rueda, y otro de juegos infantiles que serán distribuidos en las alcaldías. “El programa nuestro con la infancia es muy complejo. Comprende el desarrollo integral de la niñez”, reveló Jiménez.
Le complace que con estos juegos estén cubiertas todas las regiones del país, “con énfasis en la zona fronteriza: Manzanillo, Dajabón, Partido, Loma de Cabrera, Restauración, Pedro Santana, Comendador, Jimaní y Pedernales. Porque, así como los niños eran el segmento más olvidado, también lo es la frontera”, enfatizó.
No están incluidos el Distrito Nacional y Santiago. “El alcalde del Distrito no respondió nunca, y en el caso de Santiago, se iban a instalar en el Parque Central y la directiva parece que no reunió el dinero”, explicó.
Otra de sus satisfacciones, añadió, “es que los pueblos no se escogieron en atención a criterios políticos, de hecho, hay alcaldes de todos los partidos”. Agradeció la colaboración de los ayuntamientos “que aportaron el terreno, costearon las instalaciones, construyeron verjas perimetrales, designaron los agentes de seguridad y continúan dando el mantenimiento a los juegos. Los alcaldes respondieron con entusiasmo y demostraron gran interés”.