Miami (EE.UU.).- Un juez federal estadounidense consideró hoy procedente la extradición del expresidente de Panamá Ricardo Martinelli, requerido en su país por los presuntos delitos de peculado y escuchas ilegales.
En el fallo sobre la solicitud de extradición de Martinelli, el magistrado Edwin Torres dio la razón a la Fiscalía, que representa en este caso al Gobierno de Panamá.
“Tras la consideración cuidadosa del expediente, las pruebas presentadas para las audiencias de extradición, junto con los argumentos orales, la moción del Gobierno es concedida”, asegura el juez en su pronunciamiento.
La corte encontró que Martinelli es “extraditable por los cuatro supuestos delitos conforme al tratado entre EEUU y Panamá relativo a la extradición de criminales, convenio contra la corrupción y el cibercrimen».
Así, el magistrado señala en el documento de 93 páginas que sustancia las razones de su decisión que Martinelli quedará recluido en un centro de detención federal de Miami, u otra dependencia penal, “pendiente de la disposición final de este asunto por el Secretario de Estado o los agentes designados del Gobierno de Panamá».
En el documento, divulgado vía electrónica a través de un sistema de acceso público, el magistrado sostiene que, “dado que están obligados por la existencia de un tratado de extradición a asumir que el juicio será justo”, eso entraña el “final de nuestra investigación».
El portavoz del exmandatario, Luis Eduardo Camacho, aseguró tras conocer la decisión de Torres que seguirán luchando y que ahora trabajarán en la apelación, que podría ser ante el Undécimo Tribunal de Apelaciones, con sede en Atlanta (Georgia).
El portavoz aseguró que el expresidente panameño está preparado para un proceso judicial largo, aunque indicó que ante la nueva instancia insistirán en el derecho a fianza de Martinelli, arrestado el pasado 12 de junio en el sur de Florida.
Martinelli llegó en 2015 a Miami tras haber residido en paradero desconocido durante varios meses después de abandonar Panamá el 28 de enero de 2015, el mismo día en el que el Supremo panameño abrió la primera de las causas penales en su contra.
El expresidente tiene planteada desde ese año una solicitud de asilo, aún no respondida, en la que alega que es un perseguido político de quien fue su vicepresidente y antiguo aliado electoral, Juan Carlos Varela, hoy presidente de Panamá, quien niega esa acusación.