Washington.- Una jueza federal de Estados Unidos ordenó al Pentágono que permita acceso inmediato a un abogado para que represente a un combatiente del Estado Islámico de nacionalidad estadounidense, que permanece preso en Irak.
La jueza Tanya Chutkan tomó contacto con la asociación de defensa de los derechos civiles ACLU en octubre, tras enterarse de el estadounidense combatiente del EI había sido capturado por las Fuerzas Democráticas Sirias el 12 de septiembre y entregado al ejército estadounidense.
Su nombre sigue siendo un misterio, y solo la Cruz Roja pudo reunirse con él en dos ocasiones, el 29 de septiembre y el 23 de octubre.
El Pentágono lo considera un «combatiente enemigo», término utilizado durante la última guerra de Irak para los cientos de hombres enviados a la prisión en la base naval estadounidenses de Guantánamo.
La ACLU solicitó reunirse con él para ofrecerle representación legal. Pero las autoridades militares se han negado hasta ahora, argumentando que los abogados de ACLU no saben si el
detenido quiere ser representado por ellos.
«La posición del Departamento de Defensa es, en el mejor de los casos, falsa, dado que es el único obstáculo que impide a la ACLU conocer y hablar con el prisionero», dijo la jueza en una decisión del sábado.
El destino de este combatiente se analiza al más alto nivel en Washington.
Según The New York Times, la administración de Donald Trump planeaba transferir al hombre a Arabia Saudita, país del que también tiene nacionalidad, al haber nacido de padres sauditas en Estados Unidos.
Pero después de haber conocido el caso, la jueza Chutkan expresamente prohibió al Pentágono transferir al detenido antes de que la ACLU se reúna con él. ska/ico/sha/gv/yow