La jueza de la Cámara Penal de la Corte de Apelación de la provincia de Santo Domingo Sara Beras manifestó ayer que la violencia contra la mujer es un problema de todos, por lo que instó al sistema judicial, la comunidad y la Policía Nacional a tomar un rol activo en su defensa y rescatarla de todo tipo de maltratos.
“No hay que estar por encima de la cabeza de los hombres, pero tampoco queremos estar debajo de sus pies, no queremos violencia, ni discriminación, queremos igualdad, pero que sea real, no se trata de una igualdad en letras o discursos, sino que podamos tocarla”, expresó
Destacó que la mujer históricamente ha tenido que luchar y lidiar con la incomprensión y con tener que ver a través de un espejo sus derechos, “verlos, pero no poder tocarlos y estamos aquí para colaborar desde los distintos escenarios”.
Fallas. Durante su ponencia en el panel “Factores que inciden en los altos índices de violencia de género”, organizado por el Ministerio de la Mujer, la magistrada citó tres casos distintos de violencia, los que calificó de emblemáticos por el trato judicial dado, y que a su entender fueron fallas del sistema judicial.
Uno de los casos fue el Nairobi, que con un avanzado embarazo era una presa preventiva, a quien su pareja denunció porque era una persona violenta que lo agredió con una botella.
Sin embargo, la magistrada señaló que al evaluar el caso la supuesta víctima resultó ser el agresor, quien se adelantó a denunciar a Nairobi, a la que maltrataba de manera constante.
Explicó que la mujer fue revictimizada y todavía cuestiona el porqué la apresaron cuando apenas le faltaba una semana para parir, sin investigar bien el caso.
Señaló que en la Escuela de la Judicatura desarrollan un proceso de capacitación que implica evaluar las decisiones oficiales.
La magistrada explica que han visto situaciones preocupantes y por eso trabajan en la sensibilidad de los administradores de la justicia porque en algunos caso no hay golpes, pero hay maltrato psicológico y humillaciones constantes.
Dice que en esas situaciones, la mayoría de los abogados aconsejan a las víctimas firmar un acto de desistimiento, y al llegar ante el juez de la instrucción y no presentar las pruebas suficientes, lo mínimo que hace es mandar a terapia al agresor.