El presidente del Gobierno español Pedro Sánchez deberá declarar como testigo el próximo 30 de julio en la investigación judicial contra su esposa, Begoña Gómez, por presunta corrupción y tráfico de influencias. Sánchez ha defendido a su esposa desde el principio, a pesar de las críticas y ataques de sus detractores.
El presidente español tendrá que declarar como testigo ante el juez que investiga a su esposa, Begoña Gómez, por unos supuestos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
El interrogatorio se producirá el próximo martes 30 de julio, aunque Pedro Sánchez evitará pasar por el juzgado. Será el magistrado Juan Carlos Peinado quien visite la residencia presidencial, el Palacio de la Moncloa de Madrid.
“Se considera conveniente, útil y pertinente recibir declaración al esposo de la investigada, Pedro Sánchez Castejón”, resume el juez en la resolución dictada este lunes 22 de julio.
Pedido de renuncia
El pasado viernes, la esposa del presidente acudió al juzgado, pero se acogió a su derecho a no declarar. El abogado de Begoña Gómez le aconsejó guardar silencio porque el juez no ha explicado cuál es el objeto de la investigación.
La resolución que cita al presidente Sánchez como testigo responde a una petición de las acusaciones populares, donde se encuentra el partido de extrema derecha Vox y una organización próxima ideológicamente, Manos Limpias, que impulsó esta causa hace tres meses al presentar una denuncia confeccionada con recortes de prensa.
Cuando conoció la noticia, el presidente Sánchez se tomó cinco días para reflexionar sobre su futuro, y se especuló con su renuncia, aunque finalmente no se produjo. La oposición liderada por el Partido Popular pide hoy que Sánchez dimita.