La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, advirtió este viernes de la “crisis sanitaria” que supondrá el fallo del Tribunal Supremo, que hoy ha revocado la protección legal al aborto en EE.UU. vigente desde 1973.
“Millones de mujeres en Estados Unidos se irán a la cama esta noche sin acceso a los cuidados sanitarios y reproductivos que tenían esta mañana”, lamentó Harris en un discurso durante una visita al estado de Illinois.
La vicepresidenta defendió también que es la primera vez que se les arrebata un derecho constitucional a los ciudadanos del país.
«¿Qué derecho? El derecho a la privacidad. Considérenlo el derecho de cada persona a tomar decisiones íntimas sobre el corazón y el hogar, decisiones sobre si empezar una familia, incluida la anticoncepción”, dijo Harris.
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Con estas palabras la política estadounidense se refería al miedo que existe entre algunos activistas y políticos del país a que la sentencia del Supremo suponga un antecedente que permita revocar derechos como el matrimonio homosexual o el acceso a anticonceptivos.
Si bien el fallo de este viernes deja claro que la decisión no afecta a ámbitos más allá del aborto, el juez conservador Clarence Thomas emitió una opinión separada en la que sugiere que estos derechos deberían revisarse.
La vicepresidenta animó además a la gente a votar a cargos públicos comprometidos con la defensa de esos derechos, en referencia a las elecciones legislativas de noviembre, ya que la composición actual del Senado obliga a los demócratas a contar con el apoyo de al menos diez políticos republicanos para aprobar cualquier ley.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también ha criticado la decisión del Supremo y se ha comprometido a que su Gobierno ampare el derecho y proteja a las mujeres que necesiten viajar fuera de su estado para abortar.
El fallo del alto tribunal elimina la protección federal del aborto, por lo que cualquier estado puede aprobar leyes que restrinjan o prohíban el acceso a este derecho.
Un gran número de estados gobernados por republicanos ya tenían leyes preparadas para este momento, que entrarán en vigor entre hoy y las próximas semanas