Kenia, una nación tercermundista del Oriente africano, puso sobre la mesa de la ONU la propuesta diplomática más seria, para que el Consejo de Seguridad apruebe una fuerza multinacional de pacificación en Haití. William Ruto, presidente keniano, garantiza la aportación de mil policías para liderar la misión, a la que se han unido ya los Gobiernos de Jamaica y Bahamas prometiendo aportar 150 soldados cada uno. La iniciativa recibió el respaldo de la Comunidad de Estados del Caribe (CARICOM), desde Kingston.
“CARICOM espera que el establecimiento de la fuerza multinacional reciba el pleno respaldo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, como demostración del compromiso de la comunidad internacional para mejorar la seguridad y las condiciones humanitarias del pueblo de Haití y apoyar el restablecimiento de la ley y el orden”, afirmó en un comunicado.
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El Departamento de Estado estadounidense ha prometido apoyo y recursos para una fuerza policial encabezada por Kenya; lo propio expresó el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien acusa a las élites políticas y económicas haitianas de la grave crisis que vive la nación, que repercute gravemente en su vecino Estado, la República Dominicana.
La aprobación del Consejo de Seguridad se torna conflictiva, debido a que China y Rusia han utilizado sus poderes de veto para mantener el nudo gordiano que impide el voto favorable. Xi Jim Ping y Vladimir Putin estiman que la probable pacificación haitiana fortalecerá la hegemonía de Washington en la región.
Ahora, está por verse si Moscú y Beijing modificarán sus posturas rígidas votando a favor de Kenya, una nación del tercer mundo que mantiene nexos diplomáticos con ambos polos del poder.
Kenya, situada en las costas del Océano Indico, tiene que atravesar 12,139 kms (7,543 millas) para cumplir su misión de policía internacional en Haití, cuya duración y logística son competencias de la ONU. El secretario general, Antonio Guterres, visitó Puerto Príncipe y promete respaldo pleno. El ejército keniano acumula experiencia sobre el terreno. En 2011 cruzó la frontera hacia Somalia en la operación Linda Nchi contra el grupo musulmán al Shabaab; además, combatió en Etiopia y Mogadiscio.
Kenya, miembro de los órganos mundiales de Derechos Humanos, situó su economía el 2020 en tercer lugar entre las más grandes del África Subsahariana, detrás de Nigeria y Sudáfrica. Hablan inglés y suajili, distintos al creole y francés haitianos.
Se trata de una loable iniciativa del presidente demócrata Ruto.