Ucrania intensificó esta semana su estrategia de golpear la logística y las líneas de suministro de las tropas rusas, especialmente en el sur del país, en una contraofensiva que Kiev asegura ya muestra sus primeros resultados y que Rusia intenta minimizar y desacreditar.
La operación está rodeada del silencio oficial pero sobre esa estrategia políticos y militares ucranianos dan algunas pistas.
LAS VIAS DE RETIRADA, CORTADAS
De acuerdo con la inteligencia británica, el Ejército ucraniano ha hecho «retroceder cierta distancia la línea del frente en algunos lugares, explotando las defensas rusas relativamente débiles».
En esta operación Ucrania se apoya «intensamente», según Londres, en los misiles de mayor alcance que ha recibido de Occidente.
Según la portavoz del Mando Sur del Ejército ucraniano, Nataliya Gumenyuk, las tropas rusas ya no pueden traer reservas a los territorios ocupados de la región de Jersón, ya que los constantes ataques de las fuerzas de Kiev contra puentes, almacenes, puestos de mando y control, y la logística de Rusia está mermada.
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Indicó que aún existen «algunas rutas de transporte» en la región que los rusos teóricamente podrían utilizar, pero éstas, aseguró, están bajo control de fuego de las tropas ucranianas.
Los ataques contra puentes como el de Antonivka o de Nueva Jakovka, en la provincia de Jersón, tienen el objetivo de impedir que las fuerzas rusas puedan retirarse o recibir refuerzos.
RUSIA INTENTA REFORZAR SUS TROPAS
Un oficial de una brigada ucraniana, Taras Berezovets, señaló hoy al canal de televisión «Espresso», que en la orilla derecha del río Dniéper quedan actualmente unos 20.000 soldados rusos y prorrusos.
El último golpe de efecto de Ucrania ha sido el bombardeo del Hotel Zateryanny Mir, en la misma ciudad de Jersón -la única capital regional ocupada por Rusia-, que fue utilizado supuestamente como «base» rusa, según otro portavoz del Mando Sur, Vladyslav Nazarov.
Según el asesor de la oficina presidencial Mykhailo Podolyak, Rusia está comenzando a «mover caóticamente sus reservas, lo que es bastante positivo, porque sabemos dónde y cómo están concentrados».
El Estado Mayor General de Ucrania indicó hoy en su parte bélico que «hay intentos de parte de Rusia de enviar apoyo logísticos a sus tropas en la dirección sur».
Gumenyuk recalcó hoy que las Fuerzas Armadas tienen «todos los medios» para impedir que Rusia refuerce sus tropas en el sur.
UN CAMINO LARGO PARA RECUPERAR TERRITORIO
Por ahora, la contraofensiva en el sur es una operación metódica con golpes precisos dirigidos más a degradar las fuerzas rusas y su logística que recuperar inmediatamente los territorios ocupados.
Oleksiy Arestóvich, también asesor de la presidencia ucraniana, afirmó hoy que es demasiado pronto para hablar de éxitos en la contraofensiva, pero a medida que avanzan los combates, para él ya está claro que los planes del presidente ruso, Vladímir Putin, de mantener el control de Jersón y celebrar un referéndum sobre su pertenencia a Rusia, «no se han cumplido».
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Indicó que no hay «ningún descanso» en este frente, pero advirtió también a los ucranianos del «difícil» precio que tendrán que pagar por una victoria porque el camino para recuperar los territorios que controla Rusia «será largo, muy difícil y sangriento».
El estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en inglés) recalcó a su vez en su análisis de hoy que la contrafensiva no producirá resultados inmediatos.
La cadena de televisión estadounidense CNN señaló el jueves que EEUU urgió antes de lanzar la contraofensiva a Ucrania a limitar la operación tanto en sus objetivos como en su geografía para evitar tener que luchar en un múltiples frentes.
RUSIA INTENSIFICA SUS ATAQUES EN EL SUR
Rusia, mientras, intenta desacreditar la contraofensiva.
«El régimen de Kiev continúa con sus intentos fallidos de afianzarse en ciertas áreas en la dirección Mykolaiv-Krivói Rog», señala todos los días el parte bélico ruso, en el que evita mencionar del todo a Jersón.
El ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, afirmó el viernes que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, planea la operación en Jersón solamente para crear una ilusión entre sus «patrocinadores occidentales» de que las fuerzas de Kiev pueden llevar a cabo una contraofensiva efectiva.
Rusia ha intensificado no obstante en respuesta sus ataques en esta zona. Según el Mando Sur de Ucrania, Mykolaiv fue hoy «objeto de un ataque masivo con misiles».
Kiev indicó que, en general, «en la dirección sur, el enemigo continúa realizando operaciones defensivas, bombardeando casi todas las localidades a lo largo de la línea de contacto».
El vicejefe de la Administración Militar-Civil de la región, Kiril Stremoúsov, admitió hoy a la agencia oficial rusa RIA Nóvosti que «el bombardeo de Jersón y de la región no para».
También aseguró que, pese a este peligro, «los preparativos para el referéndum están en marcha, se llevará a cabo de todos modos».
La viceprimera ministra de Ucrania y ministra para la Reintegración de los Territorios Ocupados, Iryna Versehchuk, aseguró ayer que «no habrá ningún referéndum», y advirtió a los ciudadanos de la región que votar sería un delito bajo el Código Penal.
Según ella, «ni siquiera un 2 %» de los residentes de los territorios controlados por Rusia participarían «en un pseudo-referéndum».