El presidente ruso, Vladimir Putin, llegó a Corea del Norte a última hora de la noche del martes, donde fue recibido Kim Jong-un. Tras una ceremonia en la plaza principal de Pyongyang, los dos presidentes firmaron el miércoles en Pyongyang un acuerdo de asociación estratégica, según informaron las agencias de prensa rusas.
Un coro ruso celebró la amistad entre los dos países a la llegada del presidente ruso a Corea del Norte. Su llegada fue tardía, ya que aterrizó a las 3 de la madrugada, hora local,
Tras una gran ceremonia en la plaza principal de la capital, Pyongyang, el jefe de Estado ruso y el líder norcoreano «iniciaron a continuación negociaciones en el marco de sus delegaciones» en la residencia oficial de Kumsusan, según la agencia RIA Novosti. Las conversaciones, que duraron unas dos horas según las agencias de prensa rusas, concluyeron con un acuerdo de asociación estratégica, cuyo contenido aún no ha sido revelado.
El Kremlin había indicado el lunes que este acuerdo de «asociación estratégica global» reflejaría «la profunda evolución de la situación geopolítica en el mundo», en un momento en que tanto Rusia como Corea del Norte consideran a Estados Unidos un enemigo existencial.
Las relaciones entre Rusia y Corea del Norte están entrando en una «nueva era de prosperidad», aseguró Kim Jong-un en la apertura de esta cumbre con Vladímir Putin en Pyongyang, prometiendo reforzar la «cálida amistad» entre ambos países. «Las relaciones entre nuestros países están entrando en una nueva era de gran prosperidad que ni siquiera puede compararse con el periodo de las relaciones soviético-coreanas del siglo pasado», dijo el líder norcoreano, según sus declaraciones traducidas al ruso y citadas por las agencias de prensa rusas.
Afirmando su «pleno apoyo» a la operación militar lanzada por Rusia en Ucrania en febrero de 2022, Kim Jong-un elogió la «importante misión y el papel de una Rusia fuerte en el mantenimiento de la estabilidad y el equilibrio en el mundo».
«Apreciamos mucho su apoyo sistemático y permanente a la política rusa, incluida la cuestión ucraniana», dijo Vladimir Putin, citado por las agencias. Putin, que ha recibido en dos ocasiones a Kim en el Extremo Oriente ruso, en abril de 2019 y en septiembre de 2023, invitó al número uno norcoreano a ir a Moscú.
Moscú y Pyongyang son aliados desde el final de la Guerra de Corea (1950-1953), y se han estrechado desde la operación militar rusa lanzada en Ucrania en 2022.
Occidente acusa a Kim Jong-un de suministrar armas a su histórico aliado Rusia para que las utilice en Ucrania, violando las sanciones impuestas a ambos países, acusaciones que Moscú y Pyongyang han negado oficialmente. El pasado mes de marzo, Seúl acusó a Pyongyang de haber suministrado unos 7.000 contenedores de municiones a Rusia.
El retraso de Vladimir Putin
Aunque la capital norcoreana se había vestido de gala para recibirle, engalanada con banderas y retratos del presidente ruso, éste llegó con varias horas de retraso, informa nuestro corresponsal en Seúl, Célio Fioretti. Según algunos analistas, el retraso deliberado de Vladimir Putin muestra una forma de desprecio hacia Kim Jong-un: si el presidente ruso acostumbra a hacerlo, este retraso podría indicar que es Corea del Norte quien le necesita, y no al revés.
En el Sur, Seúl organizó una reunión con el Ministerio de Asuntos Exteriores chino. Ante el acercamiento entre Moscú y Pyongyang, Corea del Sur busca convertir a Pekín en una potencia mediadora en la región.