Cuando el Ministerio de Educación dio a conocer la desvinculación de cuatro maestros por ejercer como docentes amparados en títulos académicos falsos, entre los que figura el presidente de la ADP en Higüey, quien ha sido sometido a la justicia por la dueña del título que habría plagiado, la reacción del gremio fue anunciar la conformación de una comisión para darle seguimiento a la situación de sus miembros. Y agregó, en un escueto comunicado de prensa, que está siempre del lado de la verdad, que nunca será obstáculo para ningún proceso administrativo que involucre a los docentes, y que espera que en este caso se respete el debido proceso.

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Hasta ahí todo va bien pues la ADP se está mostrando como un sindicato prudente, responsable y respetuoso del ordenamiento jurídico, que en modo alguno puede apañar, encubrir o tolerar las inconductas de sus miembros, mucho menos si se les acusa de cometer un delito. Lamentablemente, el Comité Ejecutivo de su filial de Higüey no opina lo mismo, pues sus miembros convocaron a una rueda de prensa para solicitarle al Minerd que reconsidere la situación de su presidente o, de lo contrario, tomarán medidas como sindicato. Basilio del Rosario, Secretario de Finanzas y quien fungió como vocero del grupo, calificó lo que está sucediendo como un abuso de poder, dejando en claro su total y completo rechazo a la decisión anunciada por el Ministerio de Educación.

Habrá que esperar los días por venir para saber a qué se refiere el gremialista cuando afirma que responderán como sindicato si no se da marcha atrás a la desvinculación de su presidente, pues como estamos en vacaciones y las escuelas están cerradas no pueden secuestrar el derecho de los estudiantes de la zona a recibir docencia para tratar de tumbarle el pulso al Minerd. Sin esa capacidad para perturbar la buena marcha de un año escolar la ADP debe sentirse desarmada, y el resto de la sociedad aliviada. Pero solo mientras duren las vacaciones de verano…