El cáncer de colon es uno de los más comunes a nivel mundial, pero también uno de los más prevenibles. La alimentación juega un papel fundamental en la reducción del riesgo de desarrollar esta enfermedad. Adoptar una dieta equilibrada, rica en fibra y baja en ultra procesados, puede ser clave para mantener un colon saludable.
La fibra: un escudo protector
Estudios han demostrado que una dieta rica en fibra reduce el riesgo de cáncer de colon. La fibra favorece el tránsito intestinal, disminuye el tiempo de contacto de sustancias potencialmente cancerígenas con la mucosa del colon y promueve un microbiota intestinal saludable. Se recomienda consumir al menos 25-30 gramos de fibra al día, que pueden obtenerse de alimentos como:
- Frutas y verduras: como la piña, mango, lechosa, naranja, zanahoria, brócoli, espinaca.
- Legumbres: lentejas, garbanzos, habichuelas, guandules.
- Cereales integrales: avena entera, arroz integral, trigo.
Reducción de carnes procesadas y ultra procesados
El consumo excesivo de carnes procesadas (embutidos, tocineta, jamón) y carnes rojas ha sido relacionado con un mayor riesgo de cáncer de colon. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar el consumo de carnes procesadas y moderar la ingesta de carnes rojas, prefiriendo fuentes de proteína más saludables como pescado, pollo, huevos y legumbres.
Grasas saludables y antioxidantes
El consumo de grasas saludables, como las presentes en el aceite de oliva, los frutos secos y el aguacate, puede contribuir a la reducción de la inflamación intestinal. Además, los alimentos ricos en antioxidantes, como las frutas y vegetales de colores vivos, ayudan a combatir el daño celular que podría llevar al desarrollo de cáncer.

La importancia de la hidratación
Tomar suficiente agua es esencial para el buen funcionamiento del sistema digestivo. La hidratación adecuada facilita el tránsito intestinal y ayuda a prevenir el estreñimiento, lo que reduce el tiempo de exposición del colon a sustancias dañinas. ¿Cuánto tomar? Dependerá del sexo, edad, estilo de vida, clima entre otros factores propios de cada persona, pero una recomendación estándar podría ser entre dos y tres litros al día.
Actividad física y hábitos saludables
Una alimentación saludable- moderada, variada y equilibrada– debe complementarse con ejercicio regular. La actividad física ayuda a mantener un peso saludable, lo que también se asocia con una menor incidencia de cáncer de colon. La recomendación mínima es de 150 minutos de actividad física de intensidad moderada a la semana (caminar, montar bicicleta, bailar, nadar) y si agregamos dos días a la semana de ejercicio de fuerza aún mejor (pechadas, sentadillas, bandas elásticas, mancuernas).
Pequeños cambios en estilo de vida pueden marcar una gran diferencia en nuestra salud intestinal y general. Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a: articulos@gmail.com / @sodonuclim.