La alimentación del futuro: nutrigenómica y consumo responsable

La alimentación del futuro: nutrigenómica y consumo responsable

“Los expertos recomiendan cambiar el patrón alimentario, porque estamos destruyendo el planeta, y además las estadísticas indican que el patrón de consumo actual no nos está sentando muy bien”.

Lo cuenta Laura González, responsable de nutrición y salud de Nestlé, en la programación especial con motivo de la emisión número 100 de El Bisturí.

Consumo responsable: proteger el planeta

El transporte de productos también genera un grave impacto contra el planeta. “Si ponemos en nuestra cesta de la compra alimentos locales, o si estos han viajado 5.000 km, hay una diferencia”, comenta Laura González. Tampoco es igual de inocuo para la salud del agua, el suelo o el aire que un producto se elabore sin pesticidas y respetando su ciclo natural o lo haga de manera intensiva.

“De este modo se podría resumir que una alimentación rica en alimentos de origen vegetal, en la que se prioricen los productos de cercanía y de temporada, y baja o moderada en productos procesados y de origen animal podría considerarse una alimentación más respetuosa con el planeta”, considera.

La nutricionista desmitifica los productos de origen ecológico. “Desde el punto de vista nutricional existen pocas diferencias entre el aporte de nutrientes de estos productos y los que no lo son”. No obstante, sí que existe una diferencia reseñable desde el punto de vista medioambiental: se elaboran sin pesticidas sintéticos ni fertilizantes químicos y respetando, sobre todo, su ciclo natural.

Vista de una tienda de productos ecológicos en el madrileño barrio de Chamberí/Caty Arévalo.

Vista de una tienda de productos ecológicos en el madrileño barrio de Chamberí/Caty Arévalo.

La alimentación del futuro

Explica la experta que en este contexto se abre camino a la tecnología y a los sistemas de impresión 3D, que utilizan cartuchos de ingredientes en polvo, se mezclan y se calientan antes de imprimirse, de forma que el dispositivo tiene como objetivo variar la dieta en función de las necesidades de cada individuo. “Probablemente tendremos que empezar a pensar de otro modo para adaptarnos a lo que la tecnología nos depara, porque los cambios que vamos a vivir no van a poder entenderse solo desde la actual concepción de nuestra sociedad y del modo en que vivimos hoy”, señala.

Actualmente sabemos que los requerimientos nutricionales de los individuos no dependen solo de la edad, el sexo o la etapa de desarrollo, sino que también son modificadas por la variabilidad genética dado que esta supone diferencias en el funcionamiento del metabolismo.

“Las dietas personalizadas son uno de los principales objetivos de la nutrigenómica, es decir, conseguir medidas preventivas para diversas enfermedades mediante la dieta individualizada, y que el profesional recomienda en base al estudio genético de la persona”, estima.

Otra de las modas actuales es el consumo de alimentos sin, en particular de aquellos que declaran ser sin gluten o, sobre todo, sin lactosa. No obstante, la nutricionista enfatiza la importancia de recordar que la exclusión de estas sustancias, pese a ser vital para las personas que tienen este tipo de alergias o intolerancias y ayudarles a garantizar una alimentación variada y equilibrada, carece de sentido en personas que no tienen estos diagnósticos.