Parece que nos encaminamos a otro “tranque” entre los jugadores y dueños de equipos de las Grandes Ligas.
¿La razón?
¡El dinero!
Cuando se filtran informaciones de que los dueños de equipos están ganando más dinero, y que el negocio genera 5 mil millones de dólares, entonces los jugadores, con razón, piden una mejor participación.
Es caso muy complejo:
De un lado, los dueños podrían decir que ahora como nunca se ofrecen mega contratos.
¡Y es verdad!
Ahora todo pelotero bueno aspira a ganar 200, 300, 400 y ya se habla de un contrato de 500 millones para Juan Soto.
Una vez le preguntaron a Alex Rodríguez que si pensaba que valía 252 millones de dólares.
Y respondió: “Cuando los equipos ofrecen esos contratos, es porque el negocio lo deja”.
¡También es verdad!
Hay cosas que el fanático común desconoce.
Cuando un equipo de Grandes Ligas le da un contrato de 300 millones a un jugador, inmediatamente aumenta el valor de esa franquicia.
Eso les permite hacer negocios más caros con las transmisiones, publicidad y otros temas colaterales.
El jugador debe pasar 10 años para ganarse los 300 millones, y quizás el equipo recupera ese dinero en apenas tres años.
Lo que está claro es que la ambición afecta a ambas partes.
Los dueños quieren ganar más y los jugadores quieren que se les pague más.
Ojalá y ese caso no se complique porque hay mucha gente de abajo que sale muy perjudicada.