La motivamos para alcanzar los sueños y metas viene de diferentes fuentes o aspectos externos e internos. La motivación es parte esencial en todas las funciones que ejecutamos en la vida. El refuerzo positivo lo usamos para motivar a las personas, y pueden hacernos sentir bien; de hecho, por lo general los halagos, reconocimientos y premios físicos por nuestras acciones o logros nos llenan de entusiasmo. Sin embargo, más allá de la motivación externa, debemos aprender a auto motivarnos, y que, de este modo, nuestro esfuerzo nazca más que nada de esta motivación interior o intrínseca.
La automotivación es el impulso, que nos damos a nosotros mismos para hacer algo, esta influye de manera positiva en nuestro estado de ánimo, como un motor o fuerza que nos impulsa a salir adelante. Cuando el cansancio, obstáculo o desmotivación llega, la automotivación bloquea el espíritu y nos proporciona ese empuje necesario para continuar.
En el proceso de alcanzar los objetivos trazados, surgen obstáculos o situaciones adversas que nos pueden desmotivar e incluso desencantar hasta llevarnos a tirar la toalla o rendirnos; las personas que no dependen de refuerzo positivo externo y que más bien han desarrollado la automotivación como parte de su vida, suelen alcanzar las metas, pues rendirse no es una opción para ellos.
La automotivación es interna, no depende de los demás, ni de incentivos externos, te lleva a estar pendiente de tus acciones, diseñar estrategias para ir en continuo avance hacia las metas; por lo general la automotivación te hace dar pasos más eficientes, buscando ser más productivo y rendir más.
Tips para mantener la automotivación:
Mantén siempre una actitud positiva, la actitud negativa no te llevara a nada, Elimina paulatinamente toda actitud negativa.
Rodéate de personas positivas, la buena actitud se contagia, el entusiasmo será contagioso para ambas partes.
Ten metas y sueños claros. Define un plan de acción para lograr estas metas.
Los elogios son un buen regalo tanto para darlos como para recibirlos, pero no esperes a ser elogiado para actuar.
Crea una rutina de motivación o auto-elogio, mírate y felicítate por las cosas que estás haciendo bien y trabaja aquellas que no están tan bien o puedes mejorar.
Reflexiona sobre tus metas y sueños. Cuando no tenemos las metas claras y las estrategias definidas es más fácil que fracasemos en el intento, de aquí la importancia de saber qué queremos y cómo lo vamos a lograr.
Analiza cuáles factores frenan o interfieren con tu automotivación.
Si estás cansado, toma un respiro para continuar.
Las metas deben ser realistas, pues si son inalcanzable la frustración destruirá la motivación.
Neutraliza todo lo que te desmotiva, haz una lista de cuáles aspectos disminuyen o erradican tu motivación para entonces trabajarlas.
Desarrolla o crea un buen clima donde convives o trabajas, pues un ambiente negativo no favorece.
Revisa si te enfocas en los detalles importantes o si por el contrario te quedas enchivado en las pequeñeces sin importancia.
La autora es psicóloga y educadora, directora y fundadora de MLC SCHOOL Twiter: @MLC_Schoolrd @SVirginiaP Instagram: @pardillavirginia.