Cada vez que me entero de otra de las tantas barbaridades que se cometieron en el Ministerio de Educación con los fondos del 4% durante los gobiernos de Danilo Medina y el PLD, que manejaron la friolera de 936 mil millones de pesos entre el 2016 y el 2019, me siento tentado a concluir que cuando el exmandatario decidió que se entregara ese porcentaje del PIB para mejorar la calidad de la educación preuniversitaria, más que en complacer un reclamo ciudadano llevado a las calles estaba pensando en llenar generosamente los bolsillos de los peledeístas, sus socios y cómplices, pues fue de tal magnitud el latrocinio, y tan impunemente perpetrado, que no hay otra forma de entenderlo y explicarlo aunque suene exagerado.
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Lo que ocurrió con las escuelas es un buen ejemplo de la forma en que se gastó ese dinero, y la clara intención de quienes lo administraron de darle otro uso al que estaba destinado. El Nacional publicó a principios de semana, citando a un funcionario del Ministerio de Educación, que existen en diferentes puntos del país 62 escuelas cuya construcción fue contratada sin que hubiera los terrenos para levantarlas, lo que no fue obstáculo para que en 42 de ellas los contratistas recibieran un avance del 20% del presupuesto de la obra, lo que implicó una inversión de unos RD$352 millones. El ingeniero Fernando Tavera, Director General de Mantenimiento e Infraestructura Escolar, reveló al vespertino que en esas condiciones fueron contratadas ¡más de 300 escuelas! en el año 2016.
Y así tiene la cachaza de decir el expresidente Danilo Medina, con su carita de yo no fui, que con Abel Martínez como candidato el PLD volverá al poder en el 2024, para que el pueblo vuelva al progreso. Pero eso solo ocurrirá, con Dios delante, en nuestras peores pesadillas, pues dudo mucho que este pueblo sea tan masoquista como para volver a poner el Presupuesto Nacional en manos de sus más voraces y desvergonzados saqueadores.