El ministro de Energía y Minas proclamó que el país está conminado a sepultar la competitividad espuria, basada en bajos salarios y condiciones deplorables para los trabajadores, incentivos fiscales y otras facilidades que vienen del Estado.
Antonio Isa Conde planteó que, por el contrario, se requiere izar de manera urgente la bandera de la competitividad auténtica, que se fundamenta en la innovación con una visión de desarrollo sostenible y basada en el desarrollo del capital social que privilegia el talento.
Isa Conde externó sus consideraciones al dictar la conferencia “Innovación y Sostenibilidad Ambiental y Social: Claves del Desarrollo Productivo”, a maestros de alta gerencia de la Universidad Católica Nordestana (UCNE) de San Francisco de Macorís, en el marco del Congreso Internacional de Postgrado, dedicado a la innovación y la tecnología.
“La competitividad espuria está impide el despegue del país hacia el desarrollo y bloquea que el crecimiento económico de las últimas décadas se derrame en las mayorías”, advirtió.
Isa Conde expresó que el sector productivo debe adoptar prácticas sostenibles en los términos económico, social y ambiental y desarrollar los recursos humanos para poder innovar y ser competitivos.
Afirmó que, aunque desde hace décadas se viene hablando y creando planes sobre competitividad, no siempre han tenido el éxito esperado por, en muchos casos, falta de voluntad política. “Si ahora hay una diferencia la respuesta está en que el presidente Danilo Medina ha estado involucrado impulsando los proyectos que se están haciendo, tomando resoluciones, decretos y medidas para mejorar la competitividad del país”, declaró.
El funcionario dijo que el Estado se ha hecho más eficiente y que eso contribuye a la competitividad de las empresas, pero que ahora le toca al sector privado completar y profundizar la tarea, asumiendo la bandera de la competitividad auténtica basada en la eficiencia y la innovación. Indicó que hay que romper con “la visión de la competitividad arcaica, de fariseos, individualista y cavernalista” de algunos empresarios.
“No puede haber un sector productivo eficiente con un Estado ineficiente, como no puede haber un país con un grado de competitividad eficiente con un sector productivo ineficiente, por más cosas que haga el Estado”, expresó.