Como se sabe, el Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS), en su sesión ordinaria número 534, del 21 de octubre de 2021, aprobó varias resoluciones sobre diferentes aspectos vinculados a los servicios de salud y a pensiones.
Una de las resoluciones fue la No. 534-03, en la que se apodera a la Comisión Permanente de Pensiones (CPP), para que revise y analice la solicitud de la Dirección de Información y Defensa de los Afiliados a la Seguridad Social (DIDA), relativa a la modificación de la Resolución del CNSS No. 289-03,d/f 15/03/12.
Más allá de los buenos deseos e intenciones que se pudiesen tener para desmontar los mitos que se han creado del sector público frente al privado, tal y como lo ha hecho la economista Mariana Mazzucato en su libro “El Estado emprendedor”, en el que trata de construir un relato que contrarreste el discurso elaborado y posicionado por los que defienden el capitalismo, con respecto a que el sector privado es más innovador, dinámico y competitivo que el Estado, es inocultable la presencia de malas prácticas en muchas agencias gubernamentales.
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La cultura y actitud de servicio que permean la dinámica cotidiana en la mayoría de las instituciones públicas, pone entredicho las afirmaciones de Mazzucato, cuando expresa que: “el Estado es la organización más emprendedora del mercado y la que asume inversiones de mayor riesgo”.
A juzgar por los hechos, todo parece indicar que los miembros de la CPP no creen en la prédica de Mariana, ya que frente a la encomienda que les asignó el CNSS, han actuado con la lentitud que caracteriza a un suero de miel de abeja.
¿Cuáles serán los motivos que impiden a los miembros de la CPP a no enviar su informe al CNSS, para que este lo conozca y apruebe?