El senador Amable Aristy Castro hizo públicas en el hemiciclo lo que describió como “trato descortés y vejatorio” de la ministra de Salud Pública, Altagracia Guzmán, quien se ha negado a recibirlo, tampoco responde sus llamadas telefónicas ni mensajes electrónicos, para resolver el caso del Hospital Nuestra Señora de la Altagracia, que fue inaugurado por el Presidente Danilo Medina hace cuatro meses y aún permanece inhabilitado para prestar asistencia médica.
Aristy informó que gasta miles de pesos en programas médicos en su natal Higüey, comunidad que carece de centros apropiados, razón por la cual solicitó reunirse con la ministra Guzmán, pero ella no ha obtemperado.
Pidió la mediación del presidente del Senado, Reinaldo Pared, para que se corrija esa anomalía, la cual calificó de “irrespeto al Congreso”, el primer poder del Estado, actitud dañina que contradice la sencillez y gentileza del mandatario y de algunos funcionarios, como José Ramón Peralta.
La crítica de Aristy, secundada por José Rafael Vargas, parece ser la punta del iceberg que carga desplantes similares y constantes de ministros y directores generales hacia legisladores de ambas cámaras, funcionarios municipales y representantes de diferentes sectores, quienes, dada la naturaleza de sus funciones, tienen que contactar las altas instancias, pero reiteradamente ni siquiera son recibidos, ni sus mensajes contestados, desde determinados ministerios.
Aristy Castro recordó que cuando ejerció la presidencia del Senado aconsejaba a sus colegas abstenerse de solicitar reuniones con funcionarios fuera del Congreso, debido a los múltiples desplantes que reciben. Tras 30 años en el Congreso, Aristy es presidente del Partido Liberal Reformista (PLR), un desprendimiento del PRSC. Participó de la coalición que reeligió al presidente Medina. El doctor Félix Hernández, experto en autogestión hospitalaria, ha sido designado director del hospital Nuestra Señora de La Altagracia.