El pasado 12 de junio el mundo entero no salía del asombro,al ver estrechar las manos al ex hombre cohete y al ex viejo choncho en la denominada histórica Cumbre de Singapur. Nadie en su sano juicio puede negar que este acontecimiento es uno de los más importantes en términos diplomático del siglo XXI, toda vez que la búsqueda de la paz es uno de los pilares fundamentales de las relaciones internacionales. De igual forma, la importancia geoeconómica que tiene el cese de las hostilidades entre las Coreas para la región de Asia Orientales inconmensurable y, ni hablar del significado que tendría un posible acuerdo de paz para todos los ciudadanos en términos globales.
Sin embargo, al margen de la escenografía diplomática y de la elegancia de George Brummell. Si se analizan con perspicacia los elementos que precedieron y protagonizaron la cumbre conjuntamente con la realidad geopolítica actual, se puede inferir que la posible desnuclearización total de la península por un largo tiempo; solo será posible en el “Don Quijote de Cervantes”. Desde esa perspectiva, las visitas previas y posterior de Kim Jong a Xi Jinping, su aterrizaje en Singapur en un avión chino, la firma de una declaración surrealista, el mantenimiento de las sanciones, el escepticismo de Corea del Sur en la suspensión de las maniobras de los soldados de EE.UU. y la posición de Kim en que se desnuclearice toda la península, son una muestra clara de que la búsqueda de la paz es solo una parte del escenario.
Donald Trump Portador de Desconfianza
A pesar del gran avance que significó la celebración de la cumbre, el elemento de mayor incertidumbre lo constituye la incongruente agenda internacional que encabeza Trump desde su llegada a la Casa Blanca. La misma, en términos reales está supeditada a la virulencia, al protagonismo, la intransigencia, el confrontamiento y la improvisación. Esa aprensión se manifiesta por la ruptura de manera unilateral y abruptade todos los acuerdos importantes como son: El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP). El Plan de Acción Conjunto y Completo P5+1 con Irán, del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, al igual que sus amenazas constantes respecto al NAFTA y el papelazo que acaba de hacer en la última reunión del G7.
Por tal razón, ese eclecticismo entre la cordura y la esquizofrenia han convertido a Trump en el “Tartufo de Moliére” del siglo XXI. Con el agravante de que, en las ciencias políticas, la economía y las relaciones internacionales uno de los ejes fundamentales es la confianza que puedan generar los demás actores. Esa proclividad hacia el desconocimiento del “Pacta Sunt Servanda” y esa locuacidad pintoresca con la que describe desde su óptica a un mundo cleptómano de los intereses estadounidenses, son sin duda alguna; elementos de un portador de desconfianza. En consecuencia, con su doctrina de Estados Unidos Primero no está haciendo otra cosa que; fortalecer cada día más el alcance y la preeminencia comercial de China y de otras potencias emergentes.
La Geopolítica Vs La Paz
Decía el geógrafo Alemán Karl Ritter que “algunos Estados por su posición geográfica están llamados a jugar un papel importante en la historia de la humanidad” En efecto, si se traza un círculo de 1,500 kilómetros alrededor del paralelo 38 encontramos que en esa órbita se ubican los territorios de Rusia, Japón, China y Alaska, conjuntamente con la ubicación de la península en el mar de Japón llamado también meridional de china, que es precisamente donde se encuentra la mayor cantidad de Hielo Combustible del planeta. Más allá del inicio del desmonte de la desnuclearización ese el papel que está jugando en el mundo Corea del Norte,concomitantemente con el pivote de seguridad que representa para China frente a Japón y el liderazgo de EE.UU.
A pesar de que todos anhelamos una desnuclearización total de la península de Corea,geopolíticamente sería paradójico pensar que después de la salida de EE.UU. del TPP,los asesores de la Casa Blanca no entiendan que estarían abriendo las puertas para el control de China en la región. Y, que serían los propios gringos los que estarían habilitando terreno fértil para que las empresas chinas vayan a producir a gran escala y a bajo costo en Corea del Norte; y continúe así sacando ventaja en la guerra comercial.Este proceso lo va a dirigir a su antojo China, a pesar de que Kim Jong-Un con su reconocimiento de líder a nivel global es el gran ganador individual. Empero, es descabellado imaginar que se puede ser un gran amigo del hijo; y al mismo tiempo tener una guerra con el papá.