Entre prologar un libro y hacer su presentación en el acto formal denominado de puesta en circulación, no hay diferencias sustanciales. En un caso se habla directamente al lector para ambientarlo previamente y en el otro se habla a un público que es potencial lector para captar definitivamente su decisión y provocar su lectura. Habiendo ya, por invitación inicial del autor, escrito algunas líneas como prólogo, con mis consideraciones sobre el tema, el personaje, su época y, de algún modo, su autor, en esta ocasión cumplo con el segundo de los roles, por lo que, sin apartarme de lo ya escrito, paso a cumplir, gustoso y agradecido por la distinción, el encargo de la presentación.
Y debo empezar diciendo que el libro para cuya entrada en circulación hemos sido convocados esta noche, es el resultado de una aventura del ingenio y de la creatividad de su autor. René Fortunato, ha sentado plaza y ganado respeto como cronista de nuestra historia contemporánea, mediante el auxilio de las técnicas audiovisuales, con dominio maestro del lenguaje documentalista.
Pero esa enumeración no tiene otro propósito que llamar la atención sobre cómo René Fortunato, que tiene o debe tener otros trabajos apartados del tema, ha concentrado su talento, dedicación y creatividad a los acontecimientos y personajes que puede decirse agotan la historia dominicana entre el año 1930 y 1978. Y lo ha hecho con mucho criterio, agotando una fase previa de investigación rigurosa que comprende la ardua tarea de localización y selección del material gráfico, mas específicamente fílmico, para entregarnos su trabajo final, con una visión comprometida con sus propias ideas, pero sin lugar a dudas, con una abundancia de medios que ha permitido al gran público, apreciar las características de cada uno de los periodos y episodios recogidos en sus documentales.
Pero de lo que se trata esta noche es de un libro, del que ya he dicho que es una aventura del ingenio y de la creatividad. Porque hay aquí un tránsito inverso a lo que es tradicional: del texto audiovisual se pasa al texto escrito, haciendo la historia de esa travesía. LA DEMOCRACIA REVOLUCIONARIA es la memoria literaria de lo que fue el último de sus documentales conocidos, Bosch: Presidente en la frontera imperial que pudimos disfrutar durante el 2009, año en que todo el país conmemoró el Centenario del Natalicio del Profesor Juan Bosch, protagonista estelarísimo del documental que le mereció al autor reconocimientos como el Premio Remi de Plata a la Excelencia Creativa, otorgado en el 24º. Festival Internacional de Cine de Houston, Texas.
Lo que ahora nos llega en forma de libro, contiene el libreto original del mencionado documental ; una relación de los Decretos dictados por el Presidente Bosch en los siete meses que duró su mandato; otra relación con las Leyes y Resoluciones promulgadas por el Presidente Bosch, de cuya iniciativa ante el Congreso Nacional fue en gran medida autor y una Cronología de Acontecimientos Nacionales e Internacionales del 16 de febrero al 30 de septiembre del mismo año; así como una magistral selección de fragmentos de discursos y mensajes del Presidente sobre temas que permiten comprender las excepcionales cualidades de este mandatario y las líneas generales que orientaban su gestión de gobierno.
A lo que es texto escrito, le acompañan y sirven de soporte testimonios gráficos sobre los acontecimientos mas trascendentes de esa breve presidencia, incluyendo algunas que antecedieron al triunfo en las elecciones del 20 de diciembre de 1962, en las que Juan Bosch resultó electo por la impresionante mayoría del 60% de los electores, apenas un año y meses de haber regresado de un largo exilio de 23 años, durante los cuales fue un nombre prohibido en la República Dominicana, al extremo de que la generación emergente a la muerte del tirano, no tuvo noticias de su existencia hasta que leyó en los periódicos su regreso, el 20 de octubre de 1961 ó pudo escuchar emocionada sus palabras pronunciadas aquel día: hay que matar al odio en el discurso con que inauguró sus mensajes al pueblo dominicano, que terminaron dándole el espaldarazo popular de las mencionadas elecciones.
Es cierto que otros autores han trillado antes la presidencia de Juan Bosch, pero en su mayoría poniendo el acento en el episodio golpista del 25 de septiembre, como Víctor Grimaldi, con El Misterio del Golpe de 1963 y Miguel Guerrero, con El Golpe de Estado, Historia del Derrocamiento de Juan Bosch
Pero el libro sobre la obra de gobierno de Juan Bosch, expresada en sus actos de gobierno, en las iniciativas legislativas y en las proyecciones de su programa, lo escribe por primera vez Félix Jiménez (Felucho) en su libro Cómo fue el gobierno de Juan Bosch.
El documental de Fortunato, en su ocasión y hoy este libro que lo amplía magníficamente, recogen en un lenguaje distinto, el de las imágenes, mucho de lo que se ha dicho o dejado de decir en aquellas contribuciones escritas. Hay todo un alegato subyacente de condena al fatídico episodio del 25 de septiembre, articulado sobre la demostración de la positiva labor de construcción de la democracia y del progreso que fueron esos siete meses de ensayo de una sociedad nueva.
Parece, como ya lo he advertido en el prólogo, que la inmersión de René Fortunato en el trabajo previo de investigación, produjo en su pensamiento una percepción mas clara y objetiva de la figura de Bosch que la que pudo haber tenido antes. Eso explica que esta vez, como el lo indica en su introducción, persistiera en el propósito de publicar este libro después del celebrado documental Bosch: Presidente en la frontera imperial. Y tiene la virtud, como ya he tenido la oportunidad de apuntar, que asocia al Bosch Presidente con el Bosch del 1965 y del 1973, el Bosch definitivo, al que el país celebra, respeta y recuerda como un gigante en la dignidad y en la nobleza. El que, cercado ya por las limitaciones de los años y de la salud, convocó a sus compañeros del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana para imponerles de su estado de salud y la proyección probable de tal fenómeno. El mismo que, algunos meses después renunció en asamblea a la presidencia de dicho partido y promovió una sucesión a su liderazgo, como no la han conocido las demás fuerzas políticas del país.
El libro de Fortunato, lo mismo que el documental, hacen justicia a quienes sostenemos que es Juan Bosch el personaje mas importante de nuestro Siglo XX y sirve para recuperar en la memoria del pueblo dominicano la execrable experiencia de militares, políticos y empresarios desprovistos de verdadera sensibilidad patriótica, que hará pronto 47 años interrumpieron el mas bello experimento democrático.
Quisiera terminar estas palabras con las que uso para cerrar el prólogo a mi cargo: Haber revisado este libro trajo de golpe a mi memoria la primera conmemoración del 12 de julio, fecha olvidada conscientemente en los fastos oficiales para ocultar la odiosa intervención de 1916; el discurso del 16 de julio, que se transmitió luego como su mensaje a la juventud dominicana; el esplendor y la dignidad con que se recibió al Presidente Bosch en el México de Adolfo López Mateo, que infló nuestro decaído orgullo de nación y esa cotidiana imagen de un presidente en preocupada y constante conexión con su pueblo. Por ello, al agradecer a su autor la invitación a escribir estas palabras, convoco a todos a su lectura y a su revisión minuciosa, que confirma a su protagonista como Bosch Eterno.
(Versión abreviada de discurso de presentación de la obra)