La Economía y el covi19

La Economía y el covi19

Cuando en nuestro país, a finales del mes de enero, el Gobierno se advirtió de que se estaban enfrentando al más grande problema sobre la pandemia del coronavirus, cuyo peligro ya estaba evidente en China y luego en la mayoría de los países del hemisferio, causando un serio deterioro y generando una tremenda recesión económica, la cual ha creado una gran fragilidad en las economías, tanto desarrolladascomo las emergentes.

Al mismo tiempo, generando una recesión, sobre todo en la producción de bienes y servicios, el empleo y un deterioro considerable en el sector salud siendo el que menos recursos recibía de los presupuestos del gobierno.

Para enfrentar la situación creada, ha sido necesario aumentar más que proporcionalmente, el gasto en salud y explorar las posibilidades de incrementar el endeudamiento externo y enconsecuencia creando un desequilibrio macroeconómico de tal magnitud, que comomuy bien lo expresara el ministro de Econmomía y Desarrollo, en una entrevista celebrada por el periódico virtual Acento, se hace necesario lograr en el Mercado financiero internacional la suma de US$3 mil millones, para financiar el presupuesto del 2020.

En nuestra humilde opinión, no somos partidarios de continuar aplicando la política de endeudamiento del gobierno anterior, ya que exacerba los desequilibrios estructurales existentes en la economía del país.

Creemos que sería más recomendabletanto obtener el apoyo de un programa con el FMI como otros sectoriales con el Banco Mundial y el BID en los sectores de educación, salud, energía, agricultura, saneamiento ambiental, alcantarillado, reforestación, agua e infraestructura, con el objetivo de enfrentar los desafíos macroeconómicos de mediano y largo plazo.


Otro tema mencionado por el Ministro, a propósito de las perspectivas de crecimiento de nuestra economía se centran en un crecimiento de aproximadamente un 5 por ciento. Estas aseveraciones también fueron anunciadas anteriormente por un asesor del Banco Central.

En ese sentido,sería necesario que explicasen cuáles son las premisas en que se basa este anuncio, tomando en consideración que la mayoría de los países desarrollados de acuerdo a la OCDE y a economistas norteamericanos concuerdan que dichas economias sufrirán una aguda recesión y por lo tanto, sería necesario abordar, temas relativos al manejo de la tasa de cambio, la balanza de pagos, la deuda externa y por ende la inflación por medio de encuestas de hogares, a fin de medir los equilibriosmacroeconómicos.

Al mismo tiempo se hace necesario analizar cuál ha sido el impacto de la pandemia en la desigualdad y exclusion social. Asimismo, se requiere, informardetalladamente aquellos índices que examinan la tendencia común de un grupo de indicadores relevantes para aproximar la posición de expansión o contración de las políticas macroeconómicas.

Por otraparte, la utilidad de los índices sirve para capturar los movimientos entre las variables asociadas a cada política en una perspectiva de medianoplazo. Tomando en cuenta que el índice de política fiscal incluye el gastopúblico total, el valor de los subsidios del gobierno y el déficit fiscal cuya fuente se toman del presupuesto del Estado y se calculan como proporción del PIB y el salario promedio real en el sector estatal.

Además, pretender dentro de ese escenario que nuestra economía crezca en un 5 por ciento, significa un restablecimiento de los indicadores relativos al turismo y al sector de la constrcción, tareas un poco difíciles desde nuestro punto de vista si tomamos en cuenta que algunos países europeos y latinoamericanos están promoviendo el turismo al nivel local.


El índice de política monetaria incluye el dinero circulante y las cuentas de ahorro en pesos como proporción del PIB, el índice de precios al consumidor en pesos y la tasa de cambio en relación con el dólar.

Es una constante que es factible que los índices tienden a moverse juntos en el mediano y largo plazo, reflejando la dependencia de la políticamonetaria a la política fiscal debido al mecanismo de financiamiento de los déficitsfiscalesmedianteemisión de dinero por parte del Banco Central.

Ambos índices tienen un pico expansivo a principios de los años recientes, cuando el déficit fiscal alcanzó el 9% del PIB y aunque el Banco Central no la refleja, la inflación se debió disparar en unos dígitos y en los mercados el peso se ha venido depreciando.

Lo anterior nos hace recordar el ajuste macroeconómico de los años 1984 y 1985 a partir de las entoncesllamadas medidas de saneamiento financiero. Luego se distingue un período de deterioro de la estabilidad fiscal y monetaria.


En el esquema de política monetaria diseñado tras la dolarización de los bienes y serviciosdejando sin dolarizar los salarios, lo que ha producido un aumento de la desigualdad social y por ende de la pobreza y los llamados incrementos significativos del gasto público en programas sociales, se combinaron para conducir la política fiscal hacia una nueva senda expansiva desde 2000, que terminó enfrentando la crisis financiera en 2008 y 2009.

Sin embargo, desde 2016 tanto la política fiscal como la monetaria otra vez derivan hacia posturas notablemente expansivas.

Se puede considerar normal y beneficioso para cualquier economía que las políticas macroeconómicas transiten por ciclosde expansion y contracción siempre y cuando se respeten determinados límites que garanticen la estabilidad macroeconómica.

En el caso nuestro, las principaleslecciones aprendidas pueden extraerse de la trayectoria de los índices de política fiscal y política monetaria, ya que ha reducido la tasa de interés sin estar acompañada por reducciones de la tasa de interés activa y más bien reducción de la pasiva penalizando a los ahorrantes.

Antes de la llegada de la covid-19 las políticas fiscales y monetarias venían expandiéndose para suavizar los impactos de la política de clientelismo adoptada por el gobierno anterior.

Por lo tanto, son muy estrechos los espacios que en 2020 tienen las políticas macroeconómicas para acomodarse a las necesidades de la compleja situación económica sin provocar una aceleración de la inflación.

Desde el presupuesto del Estado es poco lo que puede hacerse para incrementar los subsidios a las familias y fomentar la inversión sin que ello añada riesgos a la estabilidad monetaria.

Que se hayan agotado las posibilidades macroeconómicas para hacerle frente a este nuevo choque de enormes proporciones, es más alarmante en una economía cuyo único interés es acudir a un acceso fácil a los mercados internacionales de capitales sin haber definido una regla fiscal dentro de un marco de mediano plazo que a pesar de ser miembro de las principales instituciones financieras multilaterales, no constituyan la prioridad en cuanto al logro de financiamiento en condiciones más favorables.

Si bien es preocupante la tendencia expansiva de las políticas macroeconómicas, que han superado las del 2019, aún se advierten desbalances fiscales durante los primeros meses del año. Pero falta ver qué sucede en el 2020.

Consideramos que es probable que el déficit fiscal vuelva a aumentar. Las informacionesde las instituciones multilaterales como la CEPAL, revelan para este año significativos aumentos de precios, una depreciación del peso y un crecimiento cero. Por un lado significativos aumentos de precios y al mismo tiempo la depreciación del peso es un síntoma de inflación reprimida.

Debido a la caída que se debe producir en los ingresos al presupuesto del Estado, en medio de la actual recesión, no es necesariamente una prioridad ampliar el mercado de los bonos públicos. Para sostener un alto déficit fiscal sin añadir más presión a la inflación, otra opción es en lugar de emitir más bonos públicos.

LosMinisterios de Finanzas y de Economía aún no han anunciado cuál es la política económica y social que llevará a cabo el Gobierno y cómo pretende financiarla. Lo único que se ha anunciado es que la prioridad mayor la tiene el sector salud, a fin de enfrentar el coronavirus y las promesas anunciadas por el presidente Abinader en la ciudad de Santiago.

Las veces que se ha decidido aplicar los requerimientos del Consenso de Washington, dolarizando parcialmente la economía, ha sido después de notables y sustanciales desbalances fiscales y monetarios tras excesivas posturas expansivas en las políticas macroeconómicas.

Esos desbalances terminaron afectando la credibilidad del peso como sucedió, por ejemplo, en la Argentina recientemente y en México en la década de los noventas.

En estas circunstancias, las familias comienzan a preferir ahorrar y operar en monedas extranjeras. En el sistema empresarial, cuando la moneda nacional se desvaloriza, aumenta el costo de pagar deudas en divisas e importar insumos y se entorpece el funcionamiento del comercio exterior y de todo el aparato productivo.

En respuesta, se utiliza el dólar para aislar algunos subsectores que reflejan ciertas distorsiones, buscando generar recursos externos en el corto plazo. Se acude a un sistema dual en el que unas empresas florecen, mientras otras languidecen sin garantizar un crecimiento económico inclusivo y sostenible en el largo plazo.

A lo anterior habría que agregar que el aumento de la desigualdad social, y por ende de la pobreza, se debe en gran medida porque la dolarización de los bienes y servicios se llevó a cabo en contra de la clasetrabajadora al no dolarizar los salarios.

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