La emigración de dominicanos es un reflejo de desigualdad social, no necesariamente de pobreza, consideró el sociólogo Wilfredo Lozano, quien al analizar ese fenómeno explica que los más pobres empiezan a salir del país cuando ya hay redes familiares y de amigos establecidas en los países de destino.
La idea de que la emigración dominicana tiene como único vínculo la pobreza fue estudiada por investigadores norteamericanos que, en la década de 1990, desmontaron esa especie, afirmó el director del Instituto Nacional de Migración (INM).
“La emigración dominicana, como muchos otros casos, no es el resultado directo de la pobreza, sino de la desigualdad, que no es lo mismo.
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“Una gente muy pobre no tiene la facilidad de irse de este país, para emigrar se necesitan ciertos recursos, no así la movilidad terrestre, e incluso en el caso de Haití los más paupérrimos no son los que se van”, destacó.
Lozano expresó que los primeros estudios sobre el fenómeno migratorio dominicano apuntaban hacia el desplazamiento, en suelo de Estados Unidos, de una población pobre y rural.
“Pero muy pronto se vio que la emigración tenía un componente fundamentalmente urbano y que no eran los más pobres, sino sectores de clase media baja y alta, es más, en los años 50, los primeros emigrantes dominicanos eran personas adineradas.
“Luego, cuando se dinamizó la emigración, a partir de la guerra civil del 1965, fueron sectores de clase media, intelectuales, ligados a la política, a partir de ahí damos paso ya a una emigración más masiva.
Al llegar a ese punto geopolítico, Lozano plantea que Estados Unidos abrió el grifo de la emigración con ciertas decisiones que facilitaron los visados, y comenzó a irse gente de sectores de estratos medios.
“Cuándo comienzan los pobres a moverse, cuando la emigración ya tiene una dinámica que permite articular un sistema, se crean redes de conexiones, entonces esas redes familiares, de amigos, facilitan el desplazamiento de los más pobres.
“Y también cuando la parte no legal de la emigración genera mecanismos que hasta la financian, gente muy pobre se mete en cadenas de movilidad financiada por grupos delictivos que prácticamente los esclavizan”, refirió.
Emigrantes de RD
En 2020 los dominicanos residiendo en el extranjero ascendían a 1.7 millones, y de esos 1.1 en los Estados Unidos, según datos del libro “Emigración y diáspora dominicana”.
Según esa fuente, los emigrantes criollos se concentran en países de alto nivel de desarrollo, y de ingresos medios y altos. Apenas un 9% se radica en países de bajo nivel de desarrollo.