Las obras del escritor, poeta, cuentista, y ensayista argentino Jorge Luis Borges constituyen una extraordinaria y amplia reserva literaria. En la colección de “cuentos completos”, que incluye una recopilación de sus muy breves, pero sustanciosos relatos, se destaca “el jardín de los senderos que se bifurcan” (1941), el cual es entretenido, creativo y altamente emocionante.
En este, Borges plasma una fase de la Historia de la Guerra Europea referida por Capitán Lidell Har el 24 de julio de 1916, y su secreto del preciso lugar del nuevo parque de artillería británico sobre el rio Ancre.
Refiere que “el jardín de senderos que se bifurcan es una imagen incompleta, pero no falsa, del universo tal como lo concebía Ts’ui Pên. A diferencia de Newton y de Schopenhauer, su antepasado no creía en un tiempo uniforme, absoluto. Creía en infinitas series de tiempos, en una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos. Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas las posibilidades”.
Si extrapolamos este relato al escenario político y electoral de la República Dominicana se evidencia que, como el cuento de Jorge Luis Borges, la oposición, en su pretendida desesperación de alianzas (PLD, FP y PRD) se encuentra en un laberinto donde todos sus movimientos llegan al mismo lugar: un bajo porcentaje en la preferencia electoral.
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Esto quiere decir que, del análisis de las mediciones y encuestas, el escenario es el más favorable para el Presidente Luis Abinader. Del otro lado, la oposición, con un espasmo, se encuentra en una especie de laberinto, en la que su oferta política y electoral es una encrucijada, una bifurcación que, con una suma aritmética, ni se acercan a candidato más consistente y estable que es el Presidente Luis Abinader.
Nos preguntamos: ¿Qué ha pasado con el Presidente de la República? Él ha mantenido estable su nivel de preferencia electoral, y a pesar de que aún no ha anunciado su intención de reelegirse, lo cual es un factor que no está medido en las encuestas, al momento de efectuar visitas al territorio en una campaña electoral, eso va a variar más favorablemente su preferencia electoral.
Por otro lado, como hemos referido, existe una especie de espasmo en el pastel político electoral en que se está moviendo la oposición, con el pronóstico de que el Presidente Luis Abinader mantiene la preferencia electoral, y en la primera vuelta, se decidirán las elecciones, y en ese momento, luego de haber consolidado su liderazgo político en este año 2023, el año 2024 será sin dudas, su victoria electoral en primera vuelta que lo afianzará como el estadista y político altamente exitoso electoralmente.
Todo lo anterior nos lleva a concluir, que la quimera de una alianza opositora son elucubraciones de estrategas improvisados, que se mantienen en un laberinto, en una encrucijada difícil de superar, en un espasmo incurable, y por supuesto, en una especie de jardín cuyos senderos se bifurcan y terminan en el mismo lugar, con el mismo resultado, la derrota electoral.