Las sociedades a lo largo de la historia han estructurado una serie de parámetro que pretenden regir los estándares de éxito cronológicamente; cual si la vida fuese un proceso lineal y homogéneo para todos y todas. Muchos y muchas piensan que es posible estandarizar socialmente la vida de todos.
Esto pasa por lugares como la asignación de roles según el sexo, la clase social, la religión y la edad. Si no encajas en un rol y te sumas a un grupo socialmente aceptado entonces serás objeto de acoso colectivo, degradación y marginación por doquiera que vayas.
Todo comienza desde el mismo nacimiento, se te asigna un color de piel, se pretende más allá de lo biológico asignarte un género. Luego te colocan en una división binaria de masculino o femenino, viene pues una tabla de colores por sexo, si eres niño vestirás azul, blanco, amarillo y gris, sus derivados y la mezcla estos. Si eres niña usaras rosado, rojo, blanco, morado y sus derivados.
Justo con los primeros juguetes viene la segunda carga de imposición coercitiva, la niña jugará con muñecas y juego de cocinas (esposa, madre, amas de casa), el niño con pistolas, muñecos de guerra y carros de carreras (macho alfa).
La anterior es la peor parte, pues aun no estás en edad si quiera de entender el proceso, mucho menos de revelarte contra esta opresión que a la larga es la más dañina, pues ahí en esos primeros años se define mucho del carácter y la forma en que luego veras el mundo. Aquí las instituciones educativas juegan un papel determinante, el tipo de contenido y la forma en que se estructura e imparten estos determinará en gran medida tu relación con la sociedad y el otro.
Según los parámetros sociales el éxito está determinado por una serie de variables que cambian según la sociedad y la clase social a la que pertenezcas, también si eres hombre o mujer. Estas variables a su vez se fundamentan en una serie de pasos que según tu sexo y edad debes ir dando los cuales determinaran si serás o no exitoso.
Debes aprender a leer y escribir entre 3 y los 6 años de edad, debes haber alcanzo el título de bachiller a los 16 y entre los 21 y los 23 haz de concluir una carrera universitaria. Es menester encajar en el estándar para trabajar de acuerdo a tu profesión, misma que será una de 10 en las que esta el 90% de los estudiantes y profesionales en el caso de nuestro país. Desde medicina a derecho pasando por contabilidad, administración y demás hermanas.
Todas estas variables externas definen parte del ser y su relación con el otro, con lo diferente, esta contribuirá a determinar la conciencia individual primero y luego serán soporte de la conciencia colectiva.
Podríamos escribir partiendo de estas reglas un manual que al cumplirlo con exactitud meridiana te asegurará ser un hombre o mujer de bien y alcanzar el éxito canónico que te permitirá acceder al mana de la sociedad actual. Aunque seas una construcción hueca, infeliz, egoísta, individualista, machista, violento y resentido. Serás aceptada o aceptado en la mayoría.
Pero allí donde hay un orden establecido, donde hay un sentido común y una verdad sobre la cual se erige lo socialmente aceptado, allí también habrá quien se quede fuera.
Esa periferia de los que no encajan, de los menos, de los incompletos, esos lugares que ayer ocupan las mujeres, los negros, los judíos y los moros. Esa periferia que hoy amontan a los homosexuales, asexuales, bisexuales, los transexuales, travestís, los tatuados, los mariguanos, los discapacitados, los analfabetas, las madres solteras y otros grupos.
Hasta hoy el desarrollo de las sociedades ha sido sobre la base de dividir, subdividir, marginar, oprimir, desechar y dejar fuera a todo y toda aquel que se supone no encaja en el modelo de lo común, de las mayorías que no son tal, la homogenización de la sociedad crea monstruo en tanto excluye a parte de la misma sociedad por no ser parte de las ideas y los parámetros dominante en cada estadio social. Es oprimir o ser oprimido
¿Y tú en qué grupo estás, ya lo pensaste?