El tránsito vehicular es un terrible caos en este municipio, por la falta de señales de tránsito, de sincronización en los semáforos, el deterioro de las calles, y la falta de parqueos en la mayoría de los establecimientos comerciales.

Por la ciudad de Baní circulan vehículos pesados, livianos, autobuses y minibuses, tanto de residentes en la provincia, como de San José de Ocoa, Azua, San Juan, Barahona, Pedernales, Independencia, Bahoruco y Elías Piña. También transitan autobuses y vehículos de carga que se dirigen a Haití.

Para el arquitecto y urbanista Ismael Díaz Melo, esta problemática obedece al crecimiento económico, la dinámica comercial y a que más personas y familias disponen de vehículos, pero que a pesar de ese notable desarrollo ninguna autoridad municipal ni gubernamental ha logrado implementar un plan de movilidad y seguridad vial.

“Todavía tenemos las principales calles en el municipio de dimensiones coloniales, trazadas en el año 1764, cuando se fundó la hoy ciudad, teniendo que soportar la circulación de vehículos pesados y livianos dominicanos y de Haití que congestionan nuestras vías”, sostuvo Díaz Melo.

Faltan paradas. En tanto que Ceferino Velázquez, secretario general de la Confederación de Transporte del Sur (Cotrasur) considera que el caos en el transporte se debe a que las vías no están señalizadas, y faltan paradas para el transporte interurbano. Asimismo expresó que en Baní solo disponen de terminales para pasajeros la Asociación de Minibuses Banilejos y la Asociación de Minibuses Campesinos Banilejos.

Sobre el particular dijo que en la actualidad más de seis paradas de vehículos que ofrecen servicios para la zona rural de la provincia operan en diferentes calles sin ningún control de parte de las autoridades, situación que crea tapones en las calles porque suben los pasajeros en cualquier lugar.

En Baní operan cinco líneas de taxis, que tienen una flotilla de vehículos de aproximadamente 300 unidades que se estacionan en las diferentes calles, desde donde se desplazan a prestar servicios a los pasajeros que los solicitan.

Cada quien por su lado. Aunque la ley del Distrito Nacional y los Municipios establece que a los cabildos les corresponde el “ordenamiento del tránsito de vehículos y personas en las vías urbanas y rurales, además de normar y gestionar el espacio publico tanto urbano como rural”, hasta la fecha no ha habido una coordinación efectiva entre el cabildo local y las instancias gubernamentales correspondientes.

Tanto el Ministerio de Obras Publicas, la Dirección General de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), como la pasada gestión del cabildo han formalizado acuerdos de trabajo para normalizar y regular la circulación de vehículos.

Posibles soluciones. El ingeniero Willy Sánchez, director de la Oficina de Planeamiento Urbano del Ayuntamiento, declaró que para la nueva gestión que preside el alcalde Santo Ramírez la solución de los problemas viales es una prioridad. Al respecto dijo que se están coordinando reuniones con el personal de la Digesett, además de que se redefinirá la señalización de varias calles del cuadrante principal..