Dicen que cada quien habla del baile “a sigún” como le fue, y la fiesta de los tránsfugas de los que tanto se habla en estos días no es la excepción. Es por eso que el PLD, el partido más afectado por la denunciada compra de alcaldes que se atribuye al gobierno y el oficialista PRM, califica la acción como un atentado al sistema democrático que amerita la intervención de la JCE, y algunos de sus dirigentes han hablado hasta de llevar su denuncia ante organismos internacionales.
Una diligencia que cualquiera sabe que no prosperará ni cambiará nada, incluidos los propios peledeístas, que en su desesperación están dispuestos a decir y hacer lo que sea con tal de detener la hemorragia de alcaldes y directores municipales que se están pasando al partido de gobierno.
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En contraste, el presidente del PRM, José Ignacio Paliza, no ve nada pecaminoso, políticamente hablando, en lo que está ocurriendo, lo que a su juicio se debe al gran apoyo que le ha dado a la municipalidad el Gobierno del Cambio. Y agregó que es un paso inteligente hacer el “crossover” de un partido que marca mucho menos como el PLD, hacia el que se vislumbra ganador de las elecciones del 2024. Pero dejemos que lo diga con sus propias palabras. “Si usted es miembro de un partido que marca 15 o 16 por ciento versus otro partido que está próximo a alcanzar el 50% de evaluación como organización, desde el punto de vista político es inteligente usted intentar hacer un crossover”.
Hay que reconocer que es una forma inteligente, y sin duda también cínica, de negar la acusación del PLD. Y aunque el disfraz que le ha puesto Paliza al odioso transfuguismo es mucho más elegante y atractivo (casi dan ganas de felicitar a los tránsfugas “inteligentes” que cambiaron de chaqueta), la verdad es que sigue siendo una aberración que no habla bien de nuestra clase política, que hace tiempo renunció a las ideologías para sustituirla por el quítate tú para ponerme yo que tanto daño le ha hecho a la calidad de la democracia dominicana.