Es incuestionable que el Estado Dominicano requiere más recursos, pero debemos descontinuar la costumbre de recurrir a lo más fácil, en aplicación del principio técnico tributario que preconiza “ mientras más injusto es un tributo más fácil es su recaudación.”
Por tales razones la vía tributaria no debe ser la primera opción, naturalmente, si es como se ha planteado en el Pacto Fiscal para disminuir la exenciones de incentivos, o ampliar las bases de los impuestos al consumo o generalizarlos, dígase gravar la canasta básica, No!
Una opción muy cardinal sería la rebaja de las tasas y de las alícuotas, pero los políticos inmediatistas le tienen aprensión a esta opción, equivocadamente, no obstante, en la doctrina y los hechos se ha comprobado lo contrario, porque mediante esta se evitan liberalidades muy perjudiciales.
Otra opción sería la recuperación de los bienes del Estado, ya iniciadas por el Gobierno Constitucional, según las informaciones que nos han llegado, dirigidas exclusivamente a aquellos bienes mal habidos, evitando injusticias y respetando los procesos judiciales
No podríamos dejar fuera de estas opciones la profundización de la calidad del gasto que está llevando a cabo el Gobierno actual, pero evitando deslices, mediante un control efectivo, todo lo cual puede llevarse a efecto al tenor de lo que ha demostrado el actual Gobierno Central.
Algo muy importante es terminar de una vez, con las alegres asignaciones a los legisladores, pero disponiendo una remuneración acorde con los tiempos.
Por otra parte existe otra opción a implantar que nos causa irritación, consistente en que los autos de lujo tributen igual a los autos utilitarios de bajos costos.