Una de las tantas enseñanzas del «affidamento» y el feminismo de la diferencia es la de establecer, a partir de las experiencias y los saberes, quienes entran al rango de pionera o de «primera mujer», esta última categoría empleada como referente por nuestras «Sufragistas de vanguardia» en la revista Fémina (1922-1939).

De hecho, gran parte de la bibliografía feminista -incluyendo la de esta «cuarta ola»- recopila cuándo, dónde y cómo las mujeres subimos peldaños y se nos reconocen nuestras capacidades.

Este 16 de agosto de 2020, sin duda, día histórico por la toma de posesión del presidente de la República Dominicana, Luis Abinader y la instalación de un nuevo Gobierno, se inscribe también en la «Historia de las Otras» con la designación de la generala de brigada Teresa Martínez en la subdirección de la Policía Nacional, siendo la primera mujer a quien se le otorga esta responsabilidad.

Además de su preparación académica, y desarrollo de una amplia carrera en ese organismo, la generala Martínez ha fundamentado la protección y defensa de las mujeres en el estudio profundo de las violencias y en cómo nuestras pioneras sufragistas las visibilizaron, lo que le ha permitido crear una metodología de prevención de los feminicidios y de la atención a las víctimas.

Ante la preocupación del aumento de los asesinatos de mujeres en la República Dominicana, la hoy subidrectora de la Policía Nacional, impulsó en colaboración con otras instituciones un amplio programa educativo de prevención de la violencia.

Estas estrategias han servido de guía para que mujeres policías de nuestro continente trabajen para erradicar las violencias y humanizar el sistema de atención a las víctimas y sobrevivientes.

Es decir, con la designación de la generala Martínez llegan las esperanzas de mayor detección, prevención y atención a los crímenes que provocan la pérdida de vidas útiles en el país. Su labor siempre ha sido en armonía; hazañas que se suman a su labor pionera.