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Al Rector Dr. Rolando Guzmán de INTEC y todos sus profesores.
En nuestras entregas anteriores pudimos observar cómo surgió dos corrientes de pensamiento totalmente opuestas sobre la globalización. Proponemos, un punto medio.
La globalización hizo de la economía mundial un escenario totalmente nuevo. permitió un mayor crecimiento económico, más productividad para las empresas, beneficios para las personas y para el mundo. Sin embargo, no podemos argumentar que no trajo retos a nivel internacional.
Comenzando con el tema de los flujos de información, pueden crearse procedimientos legales que guíen los movimientos en sentido beneficioso para todo el mundo, asegurando el derecho a la privacidad y protegiendo la información de todos: Esto así, por los escándalos con las elecciones norteamericana y de los países europeos. De hecho, ya están en proceso algunas acciones regulatorias.
Con respecto a la pérdida de empleo, como planteamos en el artículo anterior la globalización es solo parcialmente responsable. Ha sido la automatización, la revolución gerencial, el aprendizaje de las máquinas y la tecnología que desplazaron ciertas plazas específicas. Sin embargo, antes de esto ya existía un desfase entre la educación y el mercado laboral con respecto a este asunto, hay que actuar independientemente del debate sobre la globalización.
Por ejemplo, ya hemos mencionado que según datos del New York Times y Mckinsey, en 2016 había 5.4 millones de empleos bien remunerados sin candidatos por falta de personas especializadas en educación tecnológica. Es parte del cambio natural el hacer políticas para que las carreras y los puestos vayan en consecuencia y, a la vez, se aproveche el aumento de la productividad y la eficiencia. Llegó el momento en el que para evitar este desfase se hace necesario el aprendizaje de por vida.
El debate en torno a si la globalización bajó los salarios también es válido. Algunos países podrían enfrentarlo eficientemente a través de políticas equitativas como cambios impositivos, programas sociales y educativos. Cada nación debe tener el incentivo propio de regular estos temas de la manera más eficiente para todos.
Con respecto a los inmigrantes y al desplazamiento laboral, el tema es aún más delicado. Sin embargo, Busch Center demostró, en un estudio, que, en promedio, los beneficios de tener inmigrantes para las naciones superan los costos. Estos temas no pueden resolverse a la ligera, una respuesta sería la toma de decisiones activa, y considerando todas las partes que podría frenar y reducir estos efectos negativos en el área laboral. Será necesario invertir en infraestructura, educación y desarrollo de habilidades de manera progresiva y permanente.
Cuando hablamos de que la globalización aumentó los déficits comerciales en algunos casos, es preciso poner en balanza las ventajas y las desventajas para no perder eficiencia en el intento de reducirlos. La balanza de pagos es posible de ser gestionada y llevada al punto de mayor eficacia.
La globalización trae consigo un sinnúmero de oportunidades. Por supuesto, esto llevará un proceso de adaptación que deberá ser seguido desde muy cerca y significará experimentar nuevas prácticas y nuevos modelos económicos a nivel internacional. Se necesitará fortalecer las instituciones, los mercados y crear una economía integrada. Será requerida una gran cooperación, pero los beneficios superarán los costos en el largo plazo para todo el mundo.
Es necesario que los países emergentes comprendamos que, a mediano y largo plazos, solo lograremos el progreso económico y social si utilizamos la firmeza para derrumbar cualquier barrera que aumente los costos de cualquier proceso. Hoy, en día, entre un 70 y 80% de las naciones en desarrollo dependemos de la economía mundial. Tenemos la capacidad para lograrlo, es cuestión de voluntad y de tener una clara idea de cómo implementar las acciones correctivas necesarias.
Es posible crear un marco de globalización que permita tomar ventaja de los grandes beneficios de tener una economía globalizada y, a la vez, hacer frente a los retos. El mundo es cambiante y también tendrán que cambiar los nuevos fenómenos que surgen y los del futuro. La globalización no es la excepción a esta regla.
Investigadora asociada: Julissa Lluberes.