El movimiento de Putin no fue improvisado, sabía que Estados Unidos y la OTAN no iban a pelear por Ucrania, que ganaba la guerra sin mayores obstáculos. No le importaban las enormes consecuencias política, humana y económica que tendrá para el mundo, tampoco el costo que pagará la población rusa por las sanciones económicas y financieras de Estados Unidos y aliados.
Tiene la llave del gas para Europa y de su precio, también del petróleo y la inflación mundial, junto a Ucrania exporta el 30% del trigo mundial, explica porque, desde que lanzó los primeros misiles, aumentó la incertidumbre y los precios en los mercados de alimentos, petróleo y gas.
Aunque el volumen del PIB de Rusia apenas es la tercera parte del de Estados Unidos, el crudo Brent se disparó a más de 100 dólares y es probable que supere los 110 dólares de septiembre 2012 y 140 dólares del verano de 2008.
Rusia produce siete millones de barriles diarios de petróleo, la oferta mundial es 100 millones, es el segundo mayor exportador, solo detrás de Arabia Saudita.
Putin sabía que la guerra sumaba puntos porcentuales a la ya alta inflación mundial, y que con ello ponía piedra en el camino a la reelección de Biden, que primero debe ganar las elecciones de medio término en Estados Unidos, donde los precios en enero escalaron a 7.5%, el mayor ritmo en cuatro décadas, y un 5% en la zona euro, la cifra más alta desde 1997.
En nuestro país debemos tener conciencia de que este año será mayor la inflación importada, la incidencia directa del petróleo y derivados no es cualquier cosa, alrededor de 20%, en la inflación interanual de 8.73% en enero los combustibles aportaron 1.75 puntos porcentuales.
Que el efecto en la economía del barril a 100 dólares no es igual al precio de 62.70 dólares, este último utilizado por el gobierno como referencia para estimar los ingresos y gastos del Presupuesto Público del 2022.
Este año necesitamos comprar aproximadamente 73 millones de barriles, y por cada dólar que suba la factura petrolera se encarece en $73 millones de dólares, en 0.0785 puntos porcentuales del PIB.
Pasar de 62.70 a 100 dólares el barril nos costara 2.9 puntos (37.3 x 0.0785) porcentuales del PIB, implica que el ingreso real del dominicano y, por consiguiente, su capacidad de gasto se reduce en esa proporción.
La pérdida real se aprecia mejor mirándolo a nivel de consumidor, el galón de gasolina regular la semana pasada le costó 30.4% más que un año atrás, el precio sin subsidio 273.90 pesos (4.98 dólares) y 270.50 pesos (4.92 dólares) con subsidio, ambos superaron por mucho los 221.90 pesos (3.82 dólares) que pago doce meses atrás.
Lo que aumentó (6.2 puntos porcentuales) fue la paridad de importación, es decir, el precio de la gasolina regular en el mercado internacional, su transporte marítimo y manejo en la terminal de Haina, porcentualmente se redujeron los impuestos (en 4.9 puntos porcentuales) y los márgenes de distribución, transporte y comercialización (en 1.3 puntos porcentuales).
Los puntos porcentuales de inflación que sumara la guerra de Putin dependerán de su duración, también de la OPEP, se reúne pasado mañana sabiendo que bombea cinco de cada 10 barriles de petróleo que consume el mundo.