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Cuando las autoridades hípicas de Puerto Rico –de aquel entonces- Lic. Manuel Parga, justificó que las autoridades hípicas habían desistido de la celebración del Clásico Internacional del Caribe, debido a que en esa época ninguno de los hipódromos reunía las condiciones adecuadas para la escenificación de un evento de esa naturaleza el cual habría de mover a toda la fanaticada hípica de la isla y, a la vez, atraer legiones de fanáticos de los otro tres países participantes.
La idea de celebrar el interesante clásico internacional del Caribe por el Ing. Moncho Llobét, cuyas brillantes ejecutorias en el hipismo puertorriqueño son bien conocidas por todos los hípicos de la vecina isla, fue recibida con alegría.
Cuando las autoridades hípicas de Puerto Rico, decidieron la no celebración del clásico internacional en el año de 1953, tenía toda la razón, ya que en esa época, no obstante que la isla contaba con cuatro hipódromos, uno en Ponce, otro en Mayagüez, otro en San Germán y otro en San Juan, ninguno de ellos llenaba las condiciones necesarias para competencias internacionales.
Para las competencias internacionales las pistas de los hipódromos deberán tener por lo menos un diámetro de una milla y los Puerto Rico no tenían esa dimensión.