Por Wendy Berroa Hernández
La imagen no es más que la forma en que las personas te perciben en el entorno en el que te desenvuelves. Son esas características que conforman o asocian con tu persona o tu marca, en conclusión podemos decir que es la forma de presentarte en el ambiente laboral.
Cuando hablamos de imagen profesional no podemos dejar de lado la imagen personal ya que van de la mano. Ahora surge la pregunta ¿qué es ser profesional? Y la respuesta es sencilla, es estar habilitado y ser competente en una actividad, pudiendo demostrar que tienes capacidad para desempeñarte en esa área.
La imagen personal y profesional son herramientas de comunicación, y por ende tus aliadas a la hora de desenvolverte en el ambiente laboral, debes entender que solo tú eres el responsable de gestionarlas y liderarlas de esta manera podrás enviar a los demás un mensaje efectivo y convincente.
El curriculum vitae que abre puertas
En el manual de Imagen Profesional del Primer Instituto Paraguayo de Estudios de Protocolo y Ceremonial, PIPEPC, escrito por la profesora Tamara Gómez, explica que es evidente que las actitudes y comportamientos de las personas que trabajan en una organización impacten en la imagen global que ésta proyecta.
En el mismo se expone cómo podemos abordar el análisis y estudio de la imagen personal. Ya que se considera la imagen profesional a la consciente construcción, estimulación y manejo de una determinada percepción que ciertas personas, públicos o audiencias tendrán sobre una identidad personal específica, en un contexto y tiempo determinados, logrando una relación de beneficio mutuo.
Esta identidad personal se proyecta a través de cinco factores: identidad-profesional, actitud, comportamiento, discurso y vestimenta. Al analizar estos cinco factores de la definición, la profesora plantea tres que son visuales, como: actitud, comportamiento y vestimenta. Otro es oral que sería el discurso, el cual también puede ser visual, a través de la escritura y el último (la identidad profesional) es dependiente de cualquiera de los otros cuatro los cuales, a su vez, son elementos de la propia identidad personal.
Esta explicación nos lleva a trabajar para estar al día en conocimientos, habilidades y competencias, hay que saber relacionarse y manejar la imagen personal y profesional sin frivolidad y como lo que es, una herramienta de comunicación de gran valor.
Unos estudios realizados determinaron el impacto de la primera impresión en torno a la imagen personal y estos fueron los resultados arrojados el 55% lo constituye de la imagen física, el 38% se fundamenta en la comunicación no verbal y solo el 7% corresponden a la comunicación verbal, quiere decir que un 93% ya está implícito en ese encuentro, entonces queda evidenciado que la primera impresión sí cuenta.
En tal sentido, debemos cuidar y cultivar nuestra imagen personal y profesional porque de ella depende nuestra proyección.
Datos a tomar en cuenta para mantener una buena imagen profesional:
Trabaja en tu imagen profesional: aprende a proyectar y transmitir tu esencia personal, a través de un manejo natural de tu actitud y aptitudes, fortalece tus habilidades y competencias profesionales de forma armónica y auténtica.
Aprende a adaptarte: cada día pasamos por circunstancias y cambios, muchas veces nos frustramos y no queremos asumir nuevos retos, abre tu mente y expande tus conocimientos, el 2020 nos ayudó a ver las cosas diferentes, y a bailar al ritmo de los tiempos. De tal forma que podamos adaptarnos a los cambios de manera asertiva.