Determinada “indulgencia partidaria” del Comité Central del PLD, asumida a instancias de Danilo Medina, abrió las compuertas para que 11 precandidatos presidenciales compitieran en las primarias abiertas del próximo 6 de octubre. Ninguno de ellos, incluido el expresidente Leonel Fernández, calificaba con el 33 por ciento indispensable si la elección hubiera sido directa e individual, como ordenan los estatutos.
Un conteo minucioso al listado de asistentes a la reunión arroja los siguientes resultados: presentes 577 miembros, es decir, 94.13 de la matrícula del CC, de los cuales 173 registrados e identificados como leonelistas para un 30 por ciento. Los 10 restantes estaban lejos de la meta.
Por eso, cuando Ramón Ventura Camejo propuso realizar la escogencia conforme a los estatutos cundió el pánico, porque bajo ese esquema ni uno llegaría al 33 por ciento. Al oír aquello, Fernández se inclinó hacia Medina y le susurró algo al oído –la única ocasión que hablaron abiertamente-, y se vio al mandatario meneando la cabeza en señal de desaprobación. Entonces, Medina tomó la palabra e hizo la propuesta ya conocida de que todos fuesen registrados para el proceso interno. Era el escenario de Medina, pues él era el único que superaba fácilmente la meta si la reforma constitucional, de la cual desistió previamente, hubiese tenido éxito.
Pero, según supe, la propuesta de Ventura Camejo tenía sus cuitas. El influyente miembro del CP y el CC se vengaba así de Fernández, a quien atribuye la circulación reciente de ciertos pasquines libelosos con ataques personales en su contra, que también afectaron al respetado estratega Francisco Javier, quien con vigoroso discurso introdujo a Gonzalo Castillo, palabras que boicotearon varias veces, pero que terminaría resaltando que Castillo es tan respetuoso que jamás lanzaría pasquines hacia sus rivales.