El Banco Central, creado el 9 de octubre de 1947, está de aniversario de su fundación, esta vez el de los 76 años. Aquella vez, el mundo capitalista salía triunfante de la II Guerra Mundial, reorganizaba su vida económica y política con nuevas directrices y criterios económicos y financieros.

La trayectoria del Banco Central, en sus 76 años de existencia, puede catalogarse de admirable, atravesando en su vida institucional etapas muy interesantes y desafiantes, que han sido determinantes para el sostén institucional de la Nación.

La etapa mas brillante, la inició el Banco Central en la última década del siglo pasado. Su importancia se manifestó en la forma de como se establecieron los lineamientos y directrices de una ley monetaria y financiera moderna, y a la vez regir con autoridad y credibilidad, corrigiendo distorsiones, evitando desvíos monetarios, estabilizar la moneda e iniciar un período de estabilidad que se vio interrumpido en los primeros cuatro años del siglo XXI.

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A partir del 2004, el país retomó el sendero del orden económico. De inmediato se sintió una mejoría con las directrices bancentralianas, impactando en las inversiones, e iniciándose un crecimiento sostenido de la economía con un auge notable de las actividades productivas. El crecimiento se vio afectado por la crisis mundial, fruto de la especulación y mal manejo de las hipotecas norteamericanas que repercutió por todo el mundo y alterando todos los patrones de desarrollo. Ahora perturbado por conflictos regionales y la locura del renacimiento de ideologías cadavéricas que están trastornado la tranquilidad de muchos países.

Las autoridades del Banco Central, de los pasados 23 años, han sabido conjugar sabias medidas económicas de las cuales habla la inflación controlada, que no ha sobrepasado el 5% y ha contribuido a una estable tasa de cambio, en medio de los embates de los altos precios de las mercancías, petróleo y servicios importados, con un crecimiento de las exportaciones, ahora consolidadas por las divisas turísticas, las remesas, las exportaciones de oro, por las de zona franca y las facilidades crediticias otorgadas en los últimos tiempos.

Este es un aniversario con grandes inversiones en la foja de realizaciones, y en ese medio, el control de gastos para metas establecidas por el gobierno. Se recuerda ya que la madurez y confianza que generan los ejecutivos de la institución, que por sus destacadas actuaciones, habla a las claras de la solidez que proyecta.

Hubo actuaciones pasadas al frente de la economía que estuvieron estimuladas por el quehacer de los políticos, que ahora no le hacen mella a la confianza existente que rodea la solidez del Banco Central. La rectitud es una virtud para vivir apartados del trajinar y ambiciones de los políticos, que en su afán de medrar en torno a los recursos públicos, exprimiéndolos cada vez que tienen la oportunidad, han querido chocar de frente a esa solidez del Banco Central. Hace años que se ha evitado la repetición de las convulsiones de inestabilidad social y económicas de principios de siglo.

Bien merecen las autoridades del Banco Central, el reconocimiento nacional , ya que apoyados por un equipo humano de gran preparación y dedicación, son los responsables de que cada día el país sobresalga por encima de la economía y desarrollo de otros países, pese que obliga a tener en el horizonte propuestas inevitables de reformas fiscales. Ahora hay conflictos bélicos en países europeos bajo fuego. Comparables a lo que han sufrido diversos países en un pasado reciente que ya nadie quiere recordar.