Una pareja de veinteañeros decidió vivir su vida como si estuvieran en la década de los años 40.
Liberty Avery, de 24 años, y Greg Kirby, de 29, de Reino Unido, se visten con ropa tradicional todos los días y han decorado su casa con muebles antiguos de la época.
También se van de vacaciones con temática de los años 40, poseen un jeep americano de 1942 y, por supuesto, eligieron vestidos acordes para el día de su boda.
«En realidad, es una vida sencilla», le dice Kirby a la BBC.
«Ellos no necesariamente habrían gastado una gran cantidad de dinero, así que nosotros tampoco lo hicimos».
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La pareja celebró una boda tradicional en la iglesia, fue a un pub a comer y bailó en el salón del pueblo local para celebrar.
También pasaron una semana en la ciudad costera de Brighton durante su luna de miel.
«La reacción hacia nosotros cuando caminamos por la calle es generalmente positiva», cuenta Avery.
Una manera de hacer amigos
«Entendemos que haya algún que otro chiste, pero es una buena manera de hacer amigos porque la gente se acerca a nosotros».
Admite que cuando era niña era muy tímida y que la acogida de la gente le ha ayudado a superarlo.
La pareja limita al máximo su tiempo de uso de la tecnología, entreteniéndose con juegos de mesa por las noches y asistiendo a bailes tradicionales los fines de semana.
A Avery, que es modista, también le gusta hornear usando recetas de los años 40 y utensilios de cocina de esa época.
Pero admite que ocasionalmente se toman breves descansos de su vida en el siglo pasado.
«Las películas antiguas pueden ser bastante pesadas, así que de vez en cuando vemos algo más reciente», confiesa.
La pareja también reconoce que, a veces, es un desafío cuidar telas viejas y delicadas.
Pero Kirby, que es barbero, aclara: «La ropa de esa época nos parece cómoda y favorecedora. Y además hace que no estés simplemente comprando ropa para la temporada y tirándola”.
«Nos gusta probar y reparar la ropa, darle una nueva vida y que luzca tan bien como hace 80 años», añade.
La pareja se conoció cuando ella era aprendiz en una peluquería y él acudió para concertar una cita.
Su amor por la década de los 40 fue creciendo a medida que florecía su relación.
«Desde entonces no ha podido deshacerse de mí», se ríe Kirby.