La jugada maestra del danilismo

La jugada maestra del danilismo

La escogencia de la vicepresidenta Margarita Cedeño en la boleta electoral junto a Gonzalo Castillo, candidato del PLD para la elección presidencial del 20 de mayo, es una jugada maestra del danilismo, capaz de producir inéditas repercusiones familiares y políticas. Introduce la primicia de la antigua pareja presidencial enfrentada ahora desde partidos antagónicos que luchan por ganar los próximos comicios.
La selección de la doctora Cedeño, dado a conocer por Castillo durante la reciente asamblea de dirigentes, impactó el ámbito nacional y aminoró los efectos de las jornadas callejeras opositoras vividas en la capital el fin de semana. Su repercusión inmediata es, ante todo, de carácter familiar, ya que se desconoce públicamente el estatus del matrimonio Fernández-Cedeño, que ha procreado una hija; no se sabe si están divorciados o planean hacerlo, si están separados o aún comparten el mismo techo; pero a la luz del enconado camino partidario emprendido por ambos, se infiere que la cohabitación es inexistente. No imagino paz dentro de un hogar de padres rivalizando candidaturas antagónicas. Semeja el infierno.
No obstante, es indiscutible que la excepcional escogencia de la abogada Cedeño (ella no usa el apellido Fernández), tiende, por efecto contrario, a debilitar la candidatura de su consorte, del mismo modo que hubiera sido un desastre para Danilo Medina, Castillo y el PLD, si ella hubiese seguido la aventura de Leonel marchándose hacia el FUPU el 7 de octubre o después. Pero no sucedió, ella es la diferencia, pues es dueña desde la vicepresidencia de una sólida reputación como diligente trabajadora social y entusiasta promotora política.
Además, para ella la ocasión debe ser motivo de dulce venganza hacia el marido que jamás la tomó seriamente en cuenta para emprender una carrera presidencial. Y el momento ha llegado.

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