La masacre de Orlando a la luz de la Biblia

La masacre de Orlando a la luz de la Biblia

Dios es un Dios de amor, no de odio, de violencia o de terror. El mayor de los mandamientos es el amor; primero, es amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente; y luego, amar al prójimo como a sí mismo (Mateo 22:36-38).
Cuando Pedro le cortó la oreja a uno de los soldados que fue a apresar a su maestro, Jesús lo reprendió; y le dijo el que a espada mata, a espada muere. (Mateo 26:52). Jesús dijo que pudo haber orado al Padre para que le mandara doce legiones de ángeles, y no lo hizo. Cuando la mujer adúltera fue sorprendida en el acto de adulterio, los lideres religiosos se acercaron a Jesús para que la castigara porque el adulterio estaba prohibido, y Jesús le contestó: el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra. (Juan 8:7). Al poco rato, todos se fueron, sin lanzar ninguna. Y a la mujer le dijo: ni yo te condeno, vete, y no peque más. (Juan 8:11). Jesús es el abogado ante el Dios Padre (1 Juan 2:1).
El adulterio, como la fornicación, la homosexualidad, el lesbianismo, la lascivia, son actos que Dios los considera pecaminosos o pecados. Leviticos 18:22 establece: No te echarás con varón como con mujer; es abominación. Y es más todavía. En el Antiguo Testamento se considera que esos actos eran dignos de muerte; el pasaje de Levitico 20:13 establece: si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre. Y el libro de Romanos 1:18-32, nos habla que los que se entregan a hombres con hombres reciben retribución conforme a su extravío. Aunque eso no justifica la violencia, cada quien cosecha lo que siembra. Dios esconde su rostro cuando hay abominación. (Deuteronomio 32:20).
Pero en la doctrina cristiana, en la Biblia, antes que nada está el perdón, la gracia, es decir, el favor de Dios aun hacia los que merecen castigo; solo tienen que admitir su pecado, confesarlo delante de Dios, y dejar de practicarlos.
No hay un solo pasaje bíblico, una sola palabra que haya salido de la boca de Jesucristo exhortando al crimen, al asesinato; a matar, a masacrar a nadie; el cristianismo no es un extremismo religioso; solo hay un acto de ira de parte de Jesús, y fue cuando entró al templo de Jerusalén y vio a la gente que habían convertido la casa de oración, la casa de su Padre, en cueva de ladrones (Juan 2:16). Jesús predicó el arrepentimiento y la conversión. (Mateo 4:17), no la masacre; porque Dios es amor. (1 Juan 4:8).

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