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Si bien la economía mundial se ha vuelto, cada vez más, conectada e interdependiente en las últimas décadas, no se deben extrapolar los efectos pasados ??del fenómeno al futuro, pues la propia globalización está experimentando su evolución.
En esta oportunidad, destacamos los cinco principales cambios estructurales experimentados por ella, los cuales son analizados por el prestigioso McKinsey Global Institute a través de un informe que analiza veintitrés diferentes cadenas de valor de la industria en 43 países diferentes, que representan el 96% del comercio mundial.
Mientras las tarifas y las guerras comerciales acaparan los titulares, la cadena de valores global ha sufrido transformaciones importantes en la última década.
Es importante acotar que el crecimiento del intercambio de servicios está creciendo a un ritmo mayor (60% más) que el intercambio de productos. Por ejemplo, solo la plataforma Zoom ha crecido un 400% desde el inicio de la pandemia, a causa de la misma.
Las multinacionales han estado introduciendo un mayor número de valores intangibles, tales como: softwares, marcas, diseños, procesos operacionales y otros productos desarrollados internamente, aumentado los valores subyacentes.
Otro aspecto importante es el incremento en el costo laboral y el consumo de la sociedad. En el caso del costo laboral, el mismo se ha hecho menos relevante, solo el 18% de las compañías se posicionan en mercados en base al costo laboral, el restante 82% se enfoca en la proximidad geográfica y ventajas de comercio.
Uno de los elementos más relevantes, en la actualidad, es la innovación, tanto desde el punto de vista tecnológico como operacional y de procesos. Aspectos importantes de la globalización están relacionados directamente con las asociaciones y los tratados internacionales.
Un ejemplo claro de esta transformación necesaria lo tenemos en el Acuerdo de RCEP (Asociación Económica Integral Regional) firmado, de manera virtual, durante la cumbre anual de las naciones del Sudeste Asiático. Los firmantes son: China, Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda, Birmania, Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam. Este tratado, que no incluye a Estados Unidos, representa un tercio de la economía global y un mercado de 2,300 millones de consumidores.
Aunque no es un tratado de libre comercio, tiene como intención rebajar, de una manera paulatina, las tarifas y eliminar las reglas de origen que habían afectado negativamente el intercambio en Asia y el desarrollo de sectores digitales e inversiones.
Aunque no contiene regulaciones sobre los derechos laborales y el medio ambiente, algunos expertos apuntan a que el acuerdo permitirá acelerar la recuperación económica en los países de la región tras la pandemia.
Las negociaciones del mega acuerdo comenzaron en 2012 como una iniciativa de la ASEAN, pero India decidió salirse del acuerdo el año pasado ante el temor de verse inundada de productos más baratos, más su participación continúa con las puertas abiertas.
El pacto abre nuevos mercados a sus exportaciones en momentos de incertidumbre sobre la marcha de la economía global. Pule sus credenciales como defensor global del multilateralismo en medio de una tendencia a la desglobalización que la pandemia de covid-19 ha acelerado.
El acuerdo también incluye protecciones sobre la propiedad intelectual y capítulos sobre inversiones y comercio de bienes y servicios. Igualmente, estipula mecanismos para la resolución de disputas entre los países.
El grupo de debate entre expertos de diferentes disciplinas, creado por el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada, ha reflexionado sobre cómo va a ser la nueva globalización en este entorno pandémico en el que nos movemos.
En estas circunstancias, considera que el orden liberal y el libre comercio se encuentran amenazados por la oleada de nacionalismos y populismos que levanta bandera del proteccionismo como alternativa para reducir las vulnerabilidades de una globalización económica que, paradójicamente, y es bueno tenerlo presente, ha reportado a la humanidad su etapa de mayor progreso, aun contando debilidades sociales y económicas
Si bien la globalización ha promovido crecimiento y desarrollo, también lo es que ha generado grandes desigualdades en diversos sectores, en un entorno más complejo y “multiconceptual”. “Transformación” es la palabra que mejor describe el entorno geopolítico, económico y empresarial del mundo actual.