La Neuroeducación en la pandemia (2)

La Neuroeducación en la pandemia (2)

Un aprendizaje sin emociones será superficial y poco duradero

Se acepta, pues, que la buena convivencia y la excelencia en el proceso de aprendizaje son los dos motores de la calidad de la educación. Sin embargo, las actuales circunstancias no nos permiten lograr adecuadamente ni lo uno ni otro.

La buena convivencia soporta y alimenta el aprendizaje, sin embargo, sabemos en la actualidad, que los hogares del mundo y máxime aquellos con niños menores, están sometidos por este encierro a niveles excesivos de estrés y conflictivas conductuales.

Como consecuencia, casi todo ha cambiado. La tecnología no es inocua. Posee efectos negativos en muchas esferas y esto constituye un aspecto de lo que hay que estar consciente para su corrección y atenuación. Es difícil desenvolverse a través de los caminos citados por la magnitud y extensión de los cambios producidos.

Suele hablarse de una nueva cultura basada en las nuevas tecnologías: una nueva forma de crecer, de formarse, de relacionarse, de divertirse, de trabajar, en fin, de convivir.

En las actuales circunstancias y como consecuencia del accionar del logogrifo covid con la compleja educación virtual, la autoridad moral del docente nace en su competencia para expresar su dominio de aquello en lo que tiene que hacer para que el alumno progrese en tan difíciles y agotadoras circunstancias.

Todo ello requiere esfuerzo de los docentes para desempeñar su rol con seguridad, creatividad y coherencia, convirtiendo su desempeño profesional en actos de autoridad moral y modelo de ciudadanía. Este reto que enfrentamos también precisa de esfuerzo de los escolares, para aceptar la nueva disciplina en tan diferente forma de estudio, mantener la atención y el entusiasmo.

De igual modo, requiere esfuerzo de las familias para colaborar y entender que deben asumir una responsabilidad participativa mayor, sobre todo en estas difíciles condiciones en que hoy se imparte la docencia.

El enfoque de los estilos de aprendizaje parte del supuesto implícito de que, puesto que la información visual, auditiva o cenestésica se procesa en regiones diferentes de la corteza cerebral, y de forma independiente, es lógico clasificar a los alumnos según las modalidades sensoriales que utilizan más eficientemente para interpretar la información. Sin embargo, el proceso perceptivo no se limita a una simple captación de estímulos externos.

Aunque las regiones sensoriales de la corteza cerebral crean representaciones neurales de los estímulos, es en las áreas del lóbulo frontal asociadas a la memoria de trabajo donde creamos la percepción como un proceso unitario y con sentido, pues allí combinamos toda la información sensorial.

Se ha demostrado que la circunvolución angular es una de las estructuras cerebrales que tiene que ver con la síntesis sensorial para ensamblar información de la visión, la audición y el tacto para permitir la construcción de las percepciones de alto nivel cerebral, que son las que se buscan con la buena educación.

Uno de los grandes retos de los docentes en la educación virtual es mantener las emociones en el alumnado. Las emociones son esenciales, son el pegamento del aprendizaje, el cemento de nuestros recuerdos; los consolidan.

Un aprendizaje neutro, sin emociones, será superficial y poco duradero. Las emociones potenciadoras estimulan la actividad del hipocampo y con ello la memoria, y elevan la producción de los neurotransmisores del aprendizaje.

En ocasiones recuerdo a Sor Laura, mi profesora del kindergarten, cuando a mis 5 años me dijo: «usted jovencito dirá el discurso de ya sé leer» al alfabetizarnos en el colegio, y este fue un momento cargado de gran emoción que me marcó. Fue mi primer discurso, luego el de la graduación de bachiller, el de ingreso a la Academia de Ciencias y en la sociedad de mi especialidad, al recibirnos luego como Maestro de la Medicina, etc.

Estos están entre los más recordados, no fueron muchos más, pues la política no me sedujo. Esa necesaria emoción en el estudiante que lo hará recordar, en lo virtual no será fácil el poder lograrla por los docentes envueltos en esta compleja educación a distancia.

Sabemos que los programas del ordenador están diseñados siguiendo los principios del conocimiento implícito, lo que quiere decir que las reglas y las instrucciones no sirven para mucho, y lo esencial es la práctica. Finalmente y para concluir mis reflexiones sobre esta compleja realidad que nos atañe, espero que no sea alto el número de los usuarios que les pase como a mí con mi nieta Nicole Marie, ella me ayuda con mis «comunes problemas» con la computadora, cuando me auxilia, ella tan dulce no me dice atrasado digital, pero me dice: «abuelito pero eso es muy fácil».

Yo solo pienso en silencio: ¡sí, pero para tu generación digital, no así para la mía! Tengan un feliz sábado.

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