La novedad de un museo religioso

La novedad de un museo religioso

Fabio Herrera Miniño.

La apertura formal del Museo de la Catedral ha sido una gran novedad cultural y de amplia atracción en los círculos intelectuales y religiosos en la villa del Ozama con nutrida asistencia de jueves a sábado cuando sus puertas son abiertas al público.

En salas bien refrigeradas se exponen los objetos religiosos mas variados que le ofrecen al asistente, gracias a las didácticas explicaciones de la excelente camada de guías voluntarias, estas ofrecen en concisas pinceladas el surgimiento de nuestra base religiosa cristiana en un espacio que en el siglo XVII era una cárcel, y luego, a principios del siglo XX era la sede de la cámara de diputados.

Hoy posee un esplendor envidiable, y a la vez permite tener un panorama de nuestra evolución religiosa. Estas fueron las bases del nacimiento de nuestra catedral con el obispo Geraldini en el siglo XVI llegó al país y se encontró que el principal templo era una enramada techada con pencas de coco y sostenida con troncos de matas de palma. La construcción de la robusta edificación eclesial tomó forma y para 1530 era una majestuosa edificación que ha resistido los embates de invasiones tanto isleñas como la de los haitianos en varias ocasiones y de los ingleses que fue asediada por las huestes de Francis Drake que a nombre de la corona inglesa vino a las Antillas a saquear lo que ya lo españoles habían hecho por haber llegado primero al nuevo continente.

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Para 1586 Drake hizo de la nueva edificación de la catedral su cuartel y después de haber saqueado toda la ciudad se marchó para Jamaica donde allí sentó reales para disfrute de la corona inglesa.

Las guías han sido preparadas de manera acertada para explicar todo lo que guarda el museo y nos ayuda a penetrar en la historia de una civilización que ahora en el siglo XXI tiene su razón de ser al ver el entusiasmo de como la dirección del museo cuida los detalles para ofrecerle a los visitantes una versión acabada de lo que fue la evolución de los acontecimientos que tuvieron el inicio de lo que fue un rancho que el obispo Geraldini y Rodrigo de Liendo convirtieron en la hermosa catedral primada de América.

El museo tiene la novedad que el patio interior fue techado convirtiéndolo en un atractivo espacio para presentaciones culturales y de artistas escogidos. Por sus dimensiones permite un disfrute en recogimiento para un selecto grupo de asistentes.

Y en una zona del techo de la catedral se mantiene incrustada desde hace siglos una bala de cañón de las huestes de Francis Drake cuando atacaron a la catedral y quedó como testigo mudo de quienes tenían intenciones de conmover los cimientos que un grupo de artesanos españoles se dedicaron su vida a trabajar con las rocas coralíneas de la vecindad mas arriba de Santa Bárbara para levantar los muros de la catedral y de otras edificaciones intramuros y darle forma en cuidadosa entalladura de arle con las rocas traídas de las canteras al norte de la ciudad.

El Museo de la Catedral es un gran aporte para conocer la cultura colonial y permite abrir nuevas ventanas al conocimiento de darnos cuenta de como una simple enramada, techada de pencas de coco, se convirtió en menos de un siglo después en una soberbia y majestuosa catedral orgullo de América.

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