El lanzamiento de parte del presidente Danilo Medina de una nueva visión y estrategia para hacer de la República Dominicana una sociedad digital implica una diplomacia que permita aprovechar toda la cooperación internacional posible para desarrollar esos objetivos.
Precisamente, el Canciller de la República, Andrés Navarro, ha estado trabajando en dirección de un relanzamiento de la diplomacia dominicana.
El Presidente necesita de una activa y dinámica política exterior que contribuya a convertir el país en una importante potencia tecnológica y digital en la región del Caribe.
La nueva diplomacia puede contribuir a un mayor aprovechamiento de las oportunidades que existen en naciones más desarrolladas para apuntalar la promesa que el presidente Medina ha expuesto recientemente para su nuevo mandato de gobierno.
El mandatario ha sido claro: la República Digital será nuestra revolución tecnológica en los próximos cuatro años. Es el nuevo nombre del optimismo dominicano.
Pero la cara del servicio exterior debe estar convencida de eso; es necesaria una reingeniería en el servicio exterior para que se pueda dar un salto rápido e importante en apalancar esa visión del Presidente Medina.
Hay que irradiar esa visión y ese optimismo en todo el servicio en el exterior. Es preciso una renovación. Solo cuando usted convencido de algo, usted puede convencer a los demás. Más que un tema de campaña electoral, es una agenda de desarrollo. La tecnología digital, como ha dicho el Jefe de Estado, es un derecho y una herramienta fundamental para el progreso y la superación de la pobreza.
En el 2017, el gobierno le entregará totalmente gratis una computadora a 950,000 estudiantes y 79,500 profesores de la red de educación pública. Pero no nos limitaremos a entregarlas, sin más ni más, porque de nada sirve la tecnología sin formación, dijo el presidente Medina. Entiendo que Corea del Sur y muchos otros países pueden ayudar con programas y equipos tecnológicos para contribuir con esa nueva formación.
El Presidente de la República ha propuesto la atracción de inversiones del sector tecnológico a nuestro país, que les ofrezcan empleo a los jóvenes dominicanos. Y la diplomacia es importante en la promoción y en la atracción de inversiones. Y para eso, el Presidente necesita, como bien lo ha esbozado el Canciller, de una nueva diplomacia. Que brille por sus resultados.