Alguien, en algún momento, tenía que atreverse a decirlo en voz alta, para que lo escuche todo el mundo, aunque se trate de un personaje foklórico de nuestra vida pública como el transportista Antonio Marte, electo senador por la provincia Santiago Rodríguez en la boleta de la Fuerza del Pueblo.
Hablando desde su curul del Senado Marte propuso la eliminación de ese organismo y de la Cámara de Diputados, y que en su lugar se conforme un congreso unicameral integrado tan solo por 67 legisladores.
Una de las razones por las que su propuesta encontrará muchos ciudadanos que la apoyen es el gran ahorro que significaría para el país, ya que están convencidos de que esos recursos podrían ser invertidos en algo mas productivo y beneficioso.
Y si eso significa que nos ahorramos también los recurrentes escándalos y desaguisados que involucran a nuestros legisladores, como por ejemplo la creación de una nueva provincia que solo conviene a los políticos y su aspiración de vivir para siempre pegados de las pródigas tetas del Estado dominicano, es probable que su propuesta reciba mas apoyo del que le gustaría a nuestra clase política.
Puede leer: ¿Un “punto” en la Fuerza Aérea?
Que, por cierto, saldría severamente perjudicada con el proyecto de ley que Antonio Marte asegura tener listo para ser sometido y discutido, pues propone rebajar a la mitad los recursos que el Estado entrega a los partidos políticos para que hagan sus campañas.
¡Otra gran cantidad de dinero que podría tener un mejor destino en un país con tantas necesidades! Por desgracia, el senador por Santiago Rodríguez confesó que sus compañeros senadores le adelantaron que no cuente con su apoyo, y es fácil entender que no quieran afilar cuchillos para sus gargantas.
Pero al atreverse a decir que sobran legisladores dijo una gran verdad, sobre todo porque son los propios honorables, cada vez que se les presenta la oportunidad, los que se encargan de proclamarlo a los cuatro vientos.