El obispo de la Diócesis de Baní, monseñor Víctor Masalles ya nos tiene acostumbrados a sus elocuentes declaraciones a la hora de fijar su posición sobre algún tema de interés nacional, pero llama mucho la atención, su intromisión en asuntos relacionados directamente con la política.
Recientemente el obispo Masalles se destapó en contra del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), diciendo, que el mismo se ha convertido en una “olla de grillos”, para refiriéndose a los casos de corrupción en los cuales se han visto envuelto varios de sus dirigentes, y que también, dejó entre dicho que la lista es bastante amplia.
Cuando Masalles expresa su preocupación por el auge de la corrupción en el sector público en el país, así como también, cuando realiza su invariable postura en torno a la despenalización del aborto y su constante oposición a las tres causales propuesta por el presidente de la República Danilo Medina, no, es más, que una intromisión y demostración de que le interesa la actividad política.
Masalles ha optado por juzgar a todos con la misma vara, lo cual es una actitud irresponsable, pues dentro del quehacer político encontramos muchísimas excepciones, al igual que en la iglesia. ¡Sí!, porque al parecer a este señor se le olvida, que la iglesia está igual o más podrida que la política en la República Dominicana, y que aún no sabemos dónde podríamos encontrar más grillos si en la olla de la política o en la olla de la iglesia.
La intención de este señor solo es populismo barato en su máxima expresión y el ejercicio de una doble moral imperante en la institución a la que representa. Nadie le ha preguntado a Masalles, cuáles acciones ha emprendido él para devolverle el honor y pulcritud a las familias que han resultado afectadas por pederastas consumados y confesos, miembros de la iglesia.
La corrupción no se puede justificar bajo ningún concepto y es correcto que se combata, ya que ese es un sentir del de todo el pueblo dominicano. Ahora bien, no ataquemos feroz y únicamente al sector público, echemos también una mirada profunda en el sector privado, donde la corrupción es mayor, y hasta en la misma iglesia de Masalles, pero claro, él ni lo menciona porque su objetivo es político, no una lucha seria contra la corrupción.
Mi consejo sano a Masalles es el siguiente: ponga atención a lo dicho por el Padre Rogelio, porque quien tiene techo de cristal no puede tirar piedras al aire.