Naciones Unidas.- La ONU llamó hoy al mundo a llevar a cabo “un cambio radical” durante los próximos cinco años para conseguir terminar con la epidemia del sida de aquí a 2030. “La acciones ahora podrían evitar unos 17,6 millones de nuevas infecciones y 11 millones de muertes prematuras entre 2016 y 2030”, dijo el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en la apertura de una conferencia sobre la enfermedad.
Con ese fin, la ONU está impulsando una estrategia a cinco años vista para dar un gran salto en la lucha contra el sida, que dé continuidad a los logros logrados en lo que va de siglo. “Pese a un progreso notable, si no actuamos, hay peligro de que la epidemia rebote en países de ingresos bajos y medios”, avisó hoy Ban.
El jefe de la ONU dejó claro que el “sida está lejos de terminarse”, pero insistió en que durante los próximos cinco años hay una “ventana de oportunidad para cambiar radicalmente la trayectoria de la epidemia y poner fin al sida para siempre».
Acabar con esa epidemia para 2030 es una de las metas incluidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados el pasado año por Naciones Unidas, después de haber cumplido con el Objetivo del Milenio de detener y reducir la expansión de la enfermedad.
Entre las acciones que la ONU demanda figura financiar con unos 26.000 millones de dólares al año la lucha contra la enfermedad y mejorar la defensa de los grupos más vulnerables. “Esto quiere decir no dejar a nadie atrás y eliminar leyes, políticas y prácticas punitivas que violan la dignidad de la gente y los derechos humanos”, dijo Ban.
“Quiere decir que cualquier persona afectada debe tener acceso a servicios de VIH completos, sin discriminación- jóvenes, migrantes, mujeres y niñas, trabajadores sexuales, hombres que practican sexo con hombres, personas que se inyectan drogas, transexuales y presos”, enumeró el diplomático coreano.
Ese problema de la discriminación se ha hecho evidente precisamente en la reunión que hasta este viernes se celebra en la sede de la ONU, pues varios países han vetado la participación de algunas organizaciones de homosexuales, transexuales o usuarios de drogas. Algo que ha sido criticado por otros Estados miembros y por la propia ONU.
“Las puertas de Naciones Unidas deben estar abiertas para todos”, defendió hoy en la apertura del encuentro el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé.