Constituyó un hecho de extraordinaria significación la celebración del primer Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, el pasado domingo 6 de abril. La decisión fue tomada en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que tuvo lugar en Nueva York, Estados Unidos, en septiembre del 2012.
La República Dominicana, como Estado miembro de ese organismo y de su sistema en la promoción del desarrollo humano mediante el deporte y la educación física, puso especial interés en suscribir en todas sus partes los términos y recomendaciones de la Resolución 65/4, sobre el deporte como medio para promover el desarrollo y la paz.
El valor que las Naciones Unidas le atribuyen al deporte es la mayor muestra de la trascendencia de este componente universal en la convivencia humana. Dentro de las acciones que esta organización proyecta para la defensa del bienestar y la armonía entre todos los pueblos del orbe, coloca a la acción deportiva como estandarte.
Ha sido el deporte desde los tiempos de la antigua Grecia un elemento esencial en la vida social y cultural de las naciones, y ha servido, en momentos de tensiones y conflictos, como factor en procura de la paz y las buenas relaciones, aparte de su función básica como actividad que contribuye al desarrollo físico-mental de los seres humanos.
En el plano local el Día del Deporte para el Desarrollo y la Paz fue festejado con un programa de actividades en el que participaron más de mil jóvenes de 30 comunidades vulnerables, del Gran Santo Domingo, de la Línea Noroeste, Baní y Nizao, en las diversas modalidades.
El ministro del ramo hizo un vehemente llamado a la “familia deportiva” a trabajar unida con el propósito de impulsar un gran movimiento en el más amplio espíritu del diálogo y la transparencia para el avance de tales manifestaciones.
El principal organismo estatal responsable del sector deportivo, ha asumido un activo papel en estas directrices de la ONU, haciendo acto de presencia en los principales cónclaves convocados para tratar asuntos sobre la materia.
Como una pieza de valioso contenido fue considerada la exposición del ministro Jaime David Fernández Mirabal, en el Tercer Fórum Internacional del Deporte para la Paz y el Desarrollo, organizado por la ONU, ante la presencia del Secretario General de ese organismo, Ban Ki-Moon; el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge.
El ministro dominicano sostuvo que los Estados miembros tienen el compromiso de pasar de los conceptos a la práctica, y que la solidaridad y la cooperación son elementos fundamentales para que el deporte sea un instrumento eficiente para la paz y el desarrollo.
Destacó el hecho de que en la República Dominicana, se está llevando a cabo un plan de desarrollo que incluye un programa de cooperación con Haití, principalmente en la región fronteriza, el cual cuenta con la contratación de técnicos deportivos cubanos del más alto nivel.
Fueron elocuentes sus palabras en el sentido de promover el deporte como un eje transversal para superar toda forma de pobreza, violencia y exclusión, y lo definió como una miel que atrae, recrea, ejercita, aglutina y cohesiona, tanto al individuo como a la familia y la sociedad.
Sin caer en exageración, la acertada alocución de Jaime David en un escenario tan exigente, tiene que ver con su incuestionable preparación profesional, su condición de deportista de pura cepa y su amplia visión como estadista.