Si partimos del concepto de democracia institucional que procura una gobernanza estable y participativa, podríamos arribar a la idea de que los partidos de oposición son los que mayor insistencia deben hacer por la concertación y la convivencia política. Especialmente, si los mismos tienen representación congresual. Pero con mayor razón, cuando los partidos gobernantes cuentan con una mayoría suficiente para crear leyes y hacer modificaciones constitucionales. Sin embargo, particularmente entiendo, que quien ha dejado abiertas las puertas para la concertación en el país ha sido el presidente Abinader.
He expresado en varias ocasiones que el país tiene hoy una situación particularmente excepcional, ya que las tres principales fuerzas políticas PRM, FP y PLD con representación en el Congreso Nacional y que componen la casi totalidad de los senadores y diputados, son precisamente las organizaciones que sus respectivos líderes principales han ocupado la presidencia de la República.
Me refiero al actual presidente Luis Abinader y los ex presidentes Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina.
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Con esto quiero destacar que el solo hecho de contar, además del actual mandatario, con tres ex presidentes, dos de ellos hoy en la oposición, indica que tienen pleno conocimiento y suficiente experiencia sobre lo que significa el Estado y la gobernanza. Esto crea una situación privilegiada para que se puedan concertar la mayoría de los proyectos que pudieran estar listos para llevar al congreso, así como otros que posteriormente se consideren necesarios.
Pero para que la concertación política se convierta en una realidad y se haga, además, parte del sistema, tiene que producirse un cierto cambio de conducta y abandonar algunos esquemas rígidos enclaustrados y adoptar una conciencia verdaderamente democrática, de convivencia política e institucional. Y sin temor a equivocarme, tengo la convicción que esos cuatro actores tienen conciencia de ello, aunque en sus organizaciones puedan existir algunos escollos diferenciados a estas ideas.
Sabiendo o conociendo los líderes de la oposición que el pueblo le otorgó a Abinader y a su partido una mayoría con la cual pueden aprobar sus proyectos, y que a pesar de eso, el propio Luis ha expresado su interés en tomar en cuenta las opiniones de las demás organizaciones, deberían ser los dirigentes o líderes de la oposición quienes en este momento tomen la iniciativa de participar en cualquier acción propulsora de concertación, incluyendo a sus legisladores.
Siempre he resaltado el concepto o idea de la unidad dentro de la diversidad. Porque no necesariamente hay que estar de acuerdo en todos los aspectos para concertar ideas o proyectos.
Porque concertar no significa negar principios. Concertar debe ser concebido como un ejercicio para establecer un ordenamiento adaptado a los objetivos fundamentales, que en este caso serían, el fortalecimiento institucional, económico, social, democrático y la convivencia funcional. Que se supone es común para todos.
El nuevo período de gobierno iniciará en pocas semanas y cuya cabeza principal, el propio presidente, ha externado que enviará proyectos al congreso, donde los partidos mencionados cuentan con bancadas que los representan. El partido de gobierno con una mayoría determinante y los otros dos partidos con representación, aunque no mayoritaria, pero que podrían dar una señal de madurez y sensatez de que las partes pueden concertar, aunque sea en los aspectos fundamentales.