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La Policía Nacional informó que el hombre que era perseguido por haber ultimado a su hijo, en un caso escenificado en Azua, murió al ocasionarse un disparo en el estómago con una escopeta, tras sostener un incidente con agentes de la institución, cuando se presentó al velatorio de su vástago con la intención de quitarle la vida a su exesposa junto a sus hijas.
Se trata de Marquitos Beltré Sánchez, alias José Luis, de 38 años, quien la noche del martes le quitó la vida a su hijo Jorge Luis Beltré Feliz, de 18 años, a causa de golpes contusos y ahorcadura, y ayer ultimó por herida de arma de fuego a Ezequiel Paredes Ramírez, conocido como Manolín, de 40, durante el velatorio de Jorge Luis.
El informe preliminar indica que Beltré Sánchez se presentó a su residencia, lugar donde su expareja estaba velando los restos del hijo de ambos, Jorge Luis, disfrazado con el uniforme de una empresa, el cual obtuvo luego de haber encañonado con una escopeta a un primo suyo en la casa de este.
En ese momento, según declaraciones del pariente del homicida, Marquitos lo obligó a trasladarlo en su motocicleta al lugar del funeral de su hijo, donde tenía las intenciones de quitarle la vida tanto a su exesposa, como a sus hijas menores, quienes lograron salir ilesas gracias a las intervenciones de Policía Nacional.
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Agrega que cuando Marquitos se desmontó del motor, empezó a disparar contra los que se encontraban en el lugar, principalmente a las féminas antes citadas, siendo en esas circunstancias que Paredes Ramírez se interpuso y sufrió las heridas mortales.
La institución del orden explicó que el agresor dirigió los disparos hacia a los policías que protegían a la familia afectada, por lo que los miembros policiales que se encontraban apostados en la residencia dándole seguimiento por haber ultimado a su hijo, repelieron la agresión haciéndole varios disparos, logrando impactarlo en su cuerpo.
Acto seguido, pese a encontrarse herido, Beltré Sánchez tomó la referida escopeta y se hizo un disparo, impactándose en el estómago.
Los cadáveres fueron enviados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses para los fines legales pertinentes.
