El año pasado el presidente Luis Abinader Corona, creyendo encontrar una solución a la carestía de los productos alimenticios de primera necesidad, envió al Congreso Nacional un proyecto de ley para la eliminación por seis meses de los impuestos aduanales (tasa cero) para unos 67 productos importados, la mayoría producidos en nuestro país, pero el remedio resultó peor que la enfermedad, pues esta medida llevó a la quiebra a cientos de empresas grandes, medianas y pequeñas, a la pérdida de miles de empleos directos e indirectos y los precios de dichos productos continuaron aumentando cada día.
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Durante el año 2023 el Banco Central liberó unos RD$117 mil millones del encaje legal con el propósito de reducir las tasas de los intereses bancarios y la del dólar, supuestamente para dinamizar la economía a través de los diferentes sectores, la cual se mantiene estancada. Estos recursos ya estaban previamente asignados a los sectores de poder económico y político, sin que se lograran resultados favorables para la población, pues las tasas de interés no bajaron y el dólar se ha disparado a casi el 60 por uno. Como era de esperarse, todos los productos nacionales e importados aumentaron de precios; por tales razones, la economía nacional, en vez de crecer, se ha desacelerado. Nuestro país atraviesa por una de sus peores crisis económicas, con una gran inflación que supera los dos dígitos, con un crecimiento de apenas un 2%, por primera vez en los últimos veinte años, el cual siempre se mantuvo entre 6 y 7%. El presidente Abinader, fruto de los compromisos políticos de campaña, siempre se ha caracterizado por favorecer a los importadores de productos que se producen en el país, que no generan empleos ni asumen los grandes riesgos de nuestros productores, ni invierte en la producción agropecuaria nacional.
En plena campaña electoral, además de su insaciabilidad para endeudar al país a niveles récords, de nuevo acaba de enviar al Congreso otro proyecto de ley para la eliminación definitiva de los impuestos aduanales a productos terminados importados, en vez de eliminar los impuestos a la materia prima, a las maquinarias, equipos e insumos necesarios para la producción agropecuaria nacional, con lo que se estaría protegiendo a los productores nacionales, que han demostrado una gran eficiencia. A todo esto, el ministro de Industria, Comercio y Mipymes, Víctor Bisonó, dice que la economía va por el camino correcto, con un crecimiento sostenido. De aprobarse esta ley se les estaría dando el tiro de gracias a nuestros productores, con lo que se estaría matando “la gallina de los huevos de oro”, atentando contra nuestra soberanía y seguridad alimentaria, pues son los que crean riquezas y empleos. Nuestro país produce el 80 % de todo lo que consume. De ahí el gran rechazo que está concitando dicho proyecto en los partidos de oposición, asociaciones empresariales e industriales y en los propios productores.